El Grupo Municipal Popular ha calificado como valientes y necesarias las medidas adoptadas por el gobierno regional para terminar con la situación económica ruinosa en la que quedó Castilla-La Mancha tras el gobierno socialista de Barreda. Los populares de la capital consideran que este conjunto de propuestas que ahorrarán unos 350 millones de euros son un ejemplo de gestión basada en ajustar las cuentas evitando subir los impuestos a los ciudadanos.
El PP considera que esta forma de gobernar contrasta con la del alcalde de Cuenca, Juan Ávila, que ha optado por la vía más fácil y que todo el peso recaiga en las economías familiares. Consideran que el primer edil no ha agotado muchas vías de recorte de gasto que podrían evitar esta subida brutal de impuestos que pretenden. En concreto, los conquenses deberán afrontar subidas del 30% en el IBI, del 22% en la recogida de basuras y del 20% en los vehículos.
El Grupo Municipal Popular considera que gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno de Cospedal se van a garantizar los servicios sociales básicos que estaban en peligro por la gestión económica nefasta de Barreda. Asimismo, se congratulan que haya quedado claro que el nuevo hospital de Cuenca se va a construir, a pesar de la situación ruinosa en la que han quedado las cuentas de nuestra región tras los gobiernos socialistas.
Para los populares, las medidas de Cospedal son valientes y difíciles, pero suponen un recorte en el gasto que evitará tener que subir los impuestos. En el caso del Ayuntamiento de Cuenca se suben los impuestos sin tener en cuenta una reducción en el gasto, permitiéndose tener 9 concejales liberados y sueldos astronómicos. Además afirman que no creen que Ávila vaya a reducir los gastos puesto que para ello es necesario aprobar un nuevo presupuesto, que no van acometer, según dijeron el pleno.
Desde el PP municipal han criticado la actitud irresponsable de los socialistas ante el anuncio de estas importantes medidas, que en lugar de trabajar y arrimar el hombro para solucionar los problemas en los que han sumido a Castilla-La Mancha se dedican a enturbiar y a tomar decisiones que van en contra del poder adquisitivo de los ciudadanos donde gobiernan, como es el caso del Ayuntamiento de Cuenca.