El delegado de la Junta en Cuenca, Rogelio Pardo, ha recordado al alcalde de Cuenca, Juan Ávila, que la deuda que el gobierno regional tiene con el Ayuntamiento de Cuenca es la herencia que dejó su compañero de partido José María Barreda y se pregunta por qué no dijo nada hace un año cuando era concejal en el consistorio conquense y conocía perfectamente, incluso como presidente de la Diputación, que el gobierno regional no estaba cumpliendo con los pagos de los convenios.
“Es muy curioso que el señor Avila salga ahora reclamando que se pague cuando esta situación ya se estaba viviendo desde el año 2010 en el que la Junta comenzó mayoritariamente a demorar los pagos a los ayuntamientos y -ni él como concejal, ni otros alcaldes socialistas- dijeron en público ni una palabra”, ha afirmado Pardo.
Como ejemplo el delegado de la Junta ha puesto los 14 millones de euros que el gobierno regional adeuda al Consorcio Ciudad de Cuenca, “al que el anterior gobierno no ha pagado desde el año 2005. No sería de extrañar que pronto también salga reclamando a la Junta que pague esta cantidad cuando ellos llevaban siete años sin hacerlo”.
Para Pardo lo que debería hacer el alcalde de Cuenca es luchar por la ciudad y dejar de buscar el enfrentamiento con el gobierno castellano-manchego, “el día 13 de febrero será recibido por la presidenta Cospedal y espero que aproveche esta ocasión para trabajar por el bien de la capital y dejar de lado intereses partidistas que en nada benefician al clima de colaboración y entendimiento necesario para sacar adelante los proyectos de futuro”, ha explicado.
Solidaridad con la Diputación
En otro orden de cosas el delegado de la Junta, Rogelio Pardo, ha mostrado su solidaridad tanto con el presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, con el resto de diputados del Equipo de Gobierno provincial y con el público que asistió al Pleno, que ayer tuvieron que soportar insultos antidemocráticos a su salida del Palacio Provincial. Para Pardo “es inadmisible que algunos defiendan sus posturas insultando e intimidando”. A su juicio, escenas como las de ayer causan “vergüenza ajena”.
Pardo añade que “algunos están más preocupados por sujetar la pancarta e insultar al Partido Popular que lo que busca es crear actividad económica y empleo, que por cumplir con la función para la que los votaron y que no es otra que la de intentar mejorar la calidad de vida de sus vecinos”.