El Grupo Popular del Ayuntamiento de Cuenca ha pedido hoy el cese fulminante del Jefe del Área de Recursos Humanos, Vicente Fernández Campillo, y del Jefe de Servicio de Gestión de Personal del consistorio, José Ignacio Álvaro Chirveches, tras hacerse pública una sentencia del Juzgado de Primera Instancia nº 2, que condena a los dos funcionarios por faltas de desconsideración a agentes de la autoridad. Ambos fueron denunciados por delito contra el artículo 634 del Código Penal.
La sentencia considera probado que los acusados, tras ser requeridos por agentes de la policía municipal por estacionar vehículos en doble fila, se negaron a mostrar su documentación y se dirigieron a los agentes con expresiones como: “Son unos chulos y no saben quién soy. Éstos se van a enterar. Llama a su jefe. No sé qué se han creído éstos”, y “no me sale de los cojones darte la documentación”.
El PP manifiesta que es un caso muy grave porque se trata de dos altos cargos nombrados por el alcalde Juan Ávila. Precisamente uno de estos nombramientos fue declarado ilegal por un juez a raíz de una denuncia del Grupo Popular.
Los populares exigen además que Ávila les abra un expediente disciplinario por su actitud, ya que ambos funcionarios se encontraban dentro de su horario laboral e intentaron utilizar su puesto en el Ayuntamiento para intimidar a los dos policías locales, amenazando a uno de ellos con que “le iban a abrir un expediente disciplinario por chulo y mal educado”, según sus propias palabras recogidas en la sentencia.
Desde el Grupo Popular se indica también que los hechos se producen el 17 de junio de 2011, unos días después de la toma de posesión de Ávila como alcalde, lo que hace suponer que pensaran que la victoria socialista les hacía impunes.
Los populares indican que “Ávila no puede mantener ni un minuto más en sus puestos de responsabilidad a dos personas que han sido acusadas de un delito de desobediencia a la autoridad, y que muestran una y otra vez una actitud prepotente que daña la imagen de nuestro ayuntamiento” sentencian. Asimismo, confían en que no se produzcan represalias hacia los agentes por parte del alcalde y su Equipo de Gobierno.
Se da la circunstancia que en el momento de los hechos, los concejales populares Francisco Javier Pulido y Pedro J. García Hidalgo estaban presentes y fueron testigos del lenguaje y las amenazas que utilizaron los dos funcionarios hacia los agentes de la autoridad.
El PP manifiesta que si el alcalde no cesa inmediatamente a ambos en sus responsabilidades, volverían a aparecer las sospechas de que Ávila le debe algo a estos señores, tal y como ya se dedujo cuando el juez declaró nulo el nombramiento de uno de ellos, y el alcalde volvió a nombrarlo. Además, opinan los populares, si Ávila mantiene en su puesto a los dos condenados, estará lanzando un mensaje de aliento hacia las actitudes de desobediencia a los agentes de la autoridad.