La diputada regional del Partido Popular por la provincia de Cuenca, Pilar Martínez, ha asegurado hoy que los Gobiernos del Partido Popular, el de Mariano Rajoy y el de María Dolores Cospedal, “han dado un giro de 180 grados a la reforma de la PAC, concediendo horizonte y tranquilidad al sector y albergando las principales demandas del campo de Castilla-La Mancha”.
Tal y como ha afirmado Pilar Martínez, el punto de partida era dramático debido a que el texto que negoció el PSOE en el año 2011 “dejaba al campo de Castilla-La Mancha al borde del abismo”, y que de seguir así cada agricultor y ganadero de la región habría perdido del entorno del 50% de las ayudas que recibe actualmente, porque habría menos fondos y se pagarían ayudas a muchas más hectáreas, reduciendo la cantidad individual de cada productor”.
Un texto, que como ha puntualizado la diputada del PP, “también hubiera afectado a la ganadería de Castilla-La Mancha, quedado desatendida y en grave riesgo, y al viñedo que, sin lugar a dudas, habría sufrido por un proceso de liberalización demoledor para nuestras bodegas y cooperativas”.
Por ello, desde el PP de Cuenca han calificado estas nuevas negociaciones de “muy positivas para nuestra tierra”, ya que se ha conseguido mantener el presupuesto; atender a los sectores con más riesgos de perder las ayudas de la PAC, como el ganadero o la agricultura de secano; e implantar por primera vez un modelo en el que las ayudas van para la agricultura y ganadería activa, evitando que las cobren aquellos que no mantienen actividad en sus explotaciones.
La parlamentaria popular ha recordado que la ficha financiera superará los 6.700 millones de euros en el período 2014-2020, de lo que en torno a 5.600 millones son en ayudas del llamado “Primer Pilar de la PAC” , es decir, ayudas directas, ayudas de mercado y apoyo vitivinícola; y 1.147 millones del “Segundo Pilar”, el desarrollo rural.
Por último, Martínez ha ensalzado como lo aprobado sobre la regionalización, es decir, la división en comarcas agrarias homogéneas dentro de las cuales aplicar cierta convergencia y reducir las diferencias entre ayudas percibidas por hectárea, va en la línea que pedía Castilla-La Mancha.
Por ello, ha explicado que tras esta reforma se van crear entre 22 y 24 comarcas a nivel nacional y cada una se subdividirá en cuatro tipos de superficies: secano, regadío, cultivos permanentes y pastos. La convergencia se hará entre productores de una misma comarca y tipo de suelo, por lo que se limita de forma importante el trasvase de fondos entre sectores.