El candidato del PP a la Alcaldía, Ángel Mariscal, dijo ayer que “el centro de Cuenca necesita una profunda transformación y que ésta debe contar con las aportaciones, y la mayor implicación posible de todos los actores sociales: vecinos, empresarios, técnicos y demás grupos de interés”. “El compromiso de todo alcalde, afirmó, debe ser escuchar de verdad a todos los ciudadanos, y eso conlleva ser permeable a sus influencias y hacerlo por el procedimiento reglado, y los órganos de participación ciudadana del Ayuntamiento". Así se lo transmitió a un grupo de residentes de esta zona, entre ellos a algunos miembros de la Asociación Vecinal del Centro.
Mariscal, que vio de la mano de estos vecinos cuáles son las necesidades más importantes de esta zona emblemática de la capital, expuso algunos de sus objetivos, que pasan por hacer del centro “un referente de modernidad para toda la ciudad, y que no deje de ser el centro histórico comercial de toda la provincia".
El candidato popular recorrió con el Presidente de la Asociación de Vecinos del centro, Antonio Martínez de la Presa, y otros residentes de la zona, los puntos más conflictivos, y que han sido objeto de denuncia por parte de este colectivo; y comentó con ellos los problemas que más les preocupan. Ellos le hicieron entrega de un dossier con sus demandas, que también han remitido al Ayuntamiento, y hasta el momento no ha tenido mucho efecto.
Mariscal manifestó que “es la hora del centro, es el tiempo de hacer un proyecto completo y con el máximo consenso en el que nadie quede fuera”. En este sentido, ha desvelado que está trabajando en un proyecto realista, completo y moderno, que transforme y revitalice el centro; y que para ello quiere escuchar al mayor número de personas, y contar con todos los puntos de vista.
Los vecinos del centro mostraron su preocupación por las consecuencias del botellón de la Plaza de España, la suciedad y el estado de algunos edificios del barrio, entre otros problemas. Sobre esto, Mariscal indicó que “hay que trabajar para reconvertir algunos edificios emblemáticos del centro en recursos culturales y sociales para toda la ciudad”. Apuntó que "hay que resolver la caída del comercio tradicional, el alarmante incremento de locales cerrados, y la permeabilidad de algunas calles para resolver los atascos". Según explicó, no se trata de construir “moles inservibles” como el Bosque de Acero, sino de aprovechar muchos de los edificios que ya tenemos, algunos vacíos o en ruinas, y darles el uso que demandan los ciudadanos.
Durante el paseo, los vecinos también comentaron su oposición al proyecto de las tablas de Carretería de Juan Ávila, que él mismo ha abandonado, pues se trata de una decisión unilateral que no ha contado con los residentes, y ha ocasionado más problemas que soluciones. Agradecieron la disposición de Mariscal para trabajar con ellos y atender sus posiciones.
El candidato Mariscal reiteró que el centro necesita un revulsivo y se mostró partidario de que a éste se le de un trato similar al de nuestro Casco Antiguo, pues ambas son zonas que aportan mucho al resto de la ciudad.