La diputada regional del Partido Popular por la provincia de Cuenca, María Roldán ha asegurado que es “vital y urgente para nuestros agricultores que el Gobierno de García-Page paralice de inmediato el plan de gestión de las zonas ZEPA que pretende poner en funcionamiento en Castilla-La Mancha”.
Roldán ha explicado que el sector agrícola está viviendo con mucha incertidumbre e intranquilidad esta situación que ha generado el Gobierno socialista presentado este plan, ya que les supondría un grave perjuicio y les conllevaría una expropiación encubierta de los terrenos afectados.
Como ya han manifestado desde el PP en numerosas ocasiones, este plan de gestión de las zona ZEPA, que afecta a 80 municipios de Castilla-La Mancha y a 1.800.000 hectáreas protegidas en las cinco provincias que comprende la región, “es prohibitivo y limita la capacidad que tienen los agricultores para trabajar sus tierras”.
Entre otras muchas cuestiones, Roldán se ha preguntado por qué el Gobierno de Page quiere prohibir la plantación de cultivos leñosos, cuando lo más sensato sería que fueran los propios agricultores los que decidieran; y si el Gobierno de Page tiene pensado convocar ayudas compensatorias para los agricultores afectados. Preguntas, que como ha afirmado Roldán, se las trasladan constantemente los agricultores de los municipios conquenses afectados, preocupadísimos por el futuro de sus tierras.
Ante esta situación, Roldán ha explicado que el Partido Popular de Castilla-La Mancha, que siempre “está del lado de los agricultores y del mundo rural”, ha presentado en la Consejería de Agricultura un escrito para que se paralice este plan de inmediato y que se abra un proceso de diálogo, negociación, transparencia y participación con todos los afectados, como son los propios agricultores, entidades locales, cooperativas y organizaciones sindicales. “Solo de este modo, explicaba la popular, habría un plan justo, real y concreto que satisfaga a todas las partes”.