La senadora del Partido Popular por la provincia de Cuenca, Montserrat Martínez ha insistido en que el nuevo modelo de zonificación implantado por el Gobierno de García-Page “elimina totalmente la libertad de elección de las familias conquenses para escoger el centro educativo para sus hijos, y ni mucho menos aboga por la igualdad de los alumnos”.
Según ha lamentado Martínez, “esta nueva zonificación divide a Cuenca en dos y además perjudica claramente al alumnado y a sus familias, porque son precisamente las familias las que tienen derecho a elegir el centro educativo en el que deseen escolarizar a sus hijos en función del proyecto educativo del centro y de los programas que en él se desarrollen, y no por el hecho de vivir en una calle o en otra”.
“Se nos vendió como objetivo de este proyecto el favorecer el acceso del alumnado por proximidad al domicilio familiar y en el caso de Cuenca esto no se cumple porque la zonificación se ha realizado sin precepto objetivo; sino ¿qué criterio es la vía del tren?”, se preguntaba Martínez.
Además, proseguía la senadora, ahora solo se tendrá en cuenta el domicilio de los alumnos, no así el lugar de trabajo o el domicilio de las personas que cuidan de los niños, que en muchos casos es “fundamental”.
Del mismo modo, la parlamentaria del PP ha criticado que esta medida, que “llega mal y tarde, no ha contado ni con la comunidad educativa ni con los consejos escolares de Cuenca, sino que ha sido una imposición marcada tan solo dos días antes de que se haya abierto el plazo de inscripción, creando un gran desconcierto entre las familias conquenses.
“Lo que le pasa al Gobierno de Page es que no tiene un modelo educativo claro y preciso como sí tenía el Partido Popular la pasada legislatura; el Gobierno de Page se mueve por impulsos y por los dictados de Podemos, quien está empeñado en atacar sistemáticamente la libertad de elección de los padres”, afirmaba Montserrat Martínez.
El PP apoya la zona única que implantó Cospedal
La senadora ha explicado que la zonificación única que implantó el Gobierno de Cospedal la pasada legislatura funcionaba a la perfección y garantizaba la libre elección de las familias, lo que suponía además que más de 90% de los alumnos pudieran acceder al centro de su primera elección.
Con este sistema, como ha detallado Martínez, todos los alumnos eran puntuados por igual, vivieran donde vivieran, y evitaba la picaresca del cambio del empadronamiento para poder tener la máxima puntuación y acceder al colegio deseado que puede estar en otra zona, en detrimento de otros alumnos. Además, abogaba por la igualdad de todas las familias para elegir el centro que desearan.