El Grupo Municipal Popular (GMP) pide al director provincial de Empleo, Óscar Martínez, que no se sorprenda tanto por las peticiones reiteradas del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento a la Junta de Comunidades de que invierta más en los colegios de Infantil y Primaria, la mayoría de los cuales tienen más de 40-50 años y presentan deficiencias, que en muchas ocasiones reparan los servicios municipales sin ser de su competencia.
La demagogia que hace este señor presumiendo de que ha concedido un taller de empleo es desmedida; cuando bien sabe, y de lo contrario pecaría de ignorante, que el Ayuntamiento destina 1,5 millones de euros al año en gestionar y mantener los centros escolares para garantizar su apertura, cierre, limpieza y tareas de mantenimiento, siendo las inversiones éstas competencia de la Junta de Comunidades. Todos los colegios de la capital necesitan urgentemente inversiones en iluminación, carpintería, fontanería y calefacción, entre otras. Hay colegios que no tienen agua caliente en los lavabos.
De los 70.000 euros de la subvención del taller de empleo, más del 60% se irá en los salarios del director, monitores y alumnos; así que no se jacte de lo que considera un éxito y trabaje por conseguir esas inversiones que tanta falta hacen en iluminación, fontanería, agua caliente, carpintería, pistas deportivas, etc.
Desde el GMP se exige a Page y a los responsables de la Junta de Comunidades que asuman sus obligaciones en Educación, las que les corresponden desde que fue transferida a las Comunidades Autónomas.
Los ediles populares consideran que muy poco, por no decir nada, ya que en el Presupuesto para 2018, la partida que destinan a reformas de Centros de infantil y Primaria en la Provincia de Cuenca es de 145.000 euros.
Es una cifra irrisoria porque incluye a Cuenca y provincia, solo en Cuenca se necesita más inversión ya que 10 de los 14 colegios de la capital fueron construidos hace más de 40 años y los gobiernos del PSOE, que han estado gobernando tantos años en Castilla La Mancha, han estado sin llevar a cabo inversiones que correspondían hacer según las necesidades que a lo largo de los años se fueron demandando.