Recientemente veíamos, con cierto estupor e indignación, como el Diario Oficial de Castilla-La Mancha recogía la orden 8/2018 (de 29 de enero) de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, por la que se establecen las bases reguladoras de las ayudas incluidas en la submedida 15.1 de pago para los compromisos silvoambientales y climáticos en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha 2014-2020.
Y digo “con cierto estupor e indignación” porque el Gobierno de Page y su socio Podemos, no satisfechos con haber desviado anteriormente el dinero público destinado a mejorar el bienestar de las gentes de los pueblos y sus entornos a financiar Geacam y todos los cargos socialistas allí colocados a dedo; ahora dictan una línea de ayudas para que particulares, ayuntamientos y cualquier entidad a cambio de dinero público vete la caza, las cortas de madera y leñas para los vecinos y la disminución de pastoreo en nuestros montes.
Desde el Partido Popular de Cuenca nos parece un atropello que la Consejería de Agricultura haya aprobado ahora esta línea de ayudas, cuando su único fin es destruir y hundir mucho más nuestros pueblos, nuestro medio ambiente y nuestros usos y tradiciones, mientras que en otras comunidades autónomas se paga, por ejemplo, para aumentar las cabezas de ganado (grandes luchadores contra-incendios), los propagadores de semillas, el abonado de tierras, y un largo etcétera.
Pero en Castilla-La Mancha, cuna del experimento de pactos socialistas con la izquierda más rancia y radical (Podemos), el Gobierno de Page ahora primará dejar las leñas en el monte, aun siendo consciente de que retirar los troncos secos favorece, por un lado, a los vecinos como combustible biomasa para el invierno y, por otro, como retirada de focos de plagas y material propagador de incendios. Sin olvidar, sus triquiñuelas para acotar las zonas de caza, cuando esta actividad es la que regula el campo y además supone una fuente de riqueza extraordinaria para las arcas municipales.
Por lo tanto, nos parece un auténtico desatino con tufo podemita y con ciertas imposiciones ecologistas extremistas, realizado desde los despachos y sin olvidar un agravante: que encima dilapida el dinero público destinado en teoría -y ojala fuera así también en la práctica- a otros menesteres.
Y fruto de este despropósito del Gobierno de Page, muchos serán los pueblos afectados y perjudicados. En el caso de la provincia de Cuenca tenemos bastantes municipios de la Serranía en los que se ubica la Zona de Especial Conservación (ZEC): Albalate de las Nogueras, Albendea, Alcantud, Arcos de la Sierra, Beamud, Beteta, Buenache de la Sierra, Cañada Del Hoyo, Cañamares, Cañizares, Carrascosa, Castillejo-Sierra, La Cierva, Cuenca, Cueva del Hierro, Fresneda de la Sierra, La Frontera, Fuertescusa, Huélamo, Huerta del Marquesado, Laguna del Marquesado, Lagunaseca, Las Majadas, Masegosa, Palomera, Portilla, Poyatos, El Pozuelo, Priego, Santa María del Val, Tragacete, Uña, Valdemeca, Valdemoro-Sierra, Valsalobre, Vega del Codorno, Villaconejos de Trabaque, Villalba de la Sierra, Vindel, Zafrilla y El Recuenco.
En este espacio se incluye el Parque Natural Serranía de Cuenca (Decreto 82/2005), la Reserva Natural de la Laguna del Marquesado, los Monumentos Naturales de Hoz de Beteta y Sumidero de Mata Asnos, Serrezuela de Valsalobre, Muela Pinilla y El Puntal, Torcas de la Lagunaseca, Palancares y Tierra Muerta, Nacimiento del río Cuervo y Lagunas de Cañada del Hoyo y la Microrreserva de la Cueva de los Morceguillos. Así como en otras partes de la provincia donde, por alguna excepcionalidad, también las hay.
Esperemos que, por lo menos, la cordura prime en nuestra gente y no haya ni una sola solicitud, dado que este nuevo despropósito del Gobierno de Page es un ataque, con todas las letras, contra del mundo rural.