En su primer discurso como líder del Partido Popular, Casado ha anunciado haber transmitido su designación al Jefe del Estado y su compromiso con la Constitución Española. El primero de los agradecimientos ha estado destinado al presidente saliente del partido, Mariano Rajoy. “Yo te seguiré llamando presidente, porque te debemos mucho. Te seguimos necesitando muy cerca”. También ha dedicado palabras de aprecio al resto de candidatos que concurrieron en la primera fase de este proceso y a su contrincante directa, Soraya Sáenz de Santamaría, a la que le ha agradecido especialmente “una campaña limpia de la que hoy podemos decir que salimos más fuertes”.
El nuevo presidente ha imprimido a sus palabras un tono ilusionante y esperanzador. Tenemos que regresar al eje de la sociedad española para no permitir que deshagan nuestra labor. “Quiero que volváis a vuestros municipios y ciudades a volver a reconectar con la sociedad y a preparar un proyecto ganador para las próximas elecciones”.
El llamamiento a la unidad interna ha sido una de sus principales incisiones. “Os ruego que a nadie le preguntéis a quién ha votado. Todos hemos votado al Partido Popular y todos habéis ganado”. Ha defendido, también, la regeneración que se abre con esta nueva etapa sin menoscabo de los logros y señas de identidad del partido: “hoy empieza una nueva etapa, orgullosa con nuestro pasado y ambiciosa con nuestro futuro”. Por ello, Pablo Casado asegura que el principal objetivo del partido es ahora “reconquistar el corazón de todos los españoles, después de las semanas tan duras que hemos vivido”.
Seguidamente, Casado ha dejado claras las que serán las líneas maestras del proyecto que se le ha encomendado pilotar para el Partido Popular. De su decálogo, enclava en el primer punto la Constitución y la crisis soberanista de los últimos meses. “El proyecto pasa por un fortalecimiento constitucional, en vez de plantear abrirla en canal, así como reforzar el código penal para evitar cualquier desafío secesionista”.
Otros puntos, como la bajada de impuestos, le reforma de la administración, la sostenibilidad del Estado del bienestar, el compromiso con el cambio climático y el derecho al agua, así como el impulso a la natalidad y la conciliación familiar, han centrado su discurso. Relacionado con algunos de estos puntos ello, Pablo Casado ha lamentado que en el pasado la oposición e incluso socios políticos pusieran “palos en las ruedas” a reformas tan necesarias. Por ello, propone también una reforma de la ley electoral “para no tener que depender de bisagras nacionalistas”.
Con todo, en sus palabras ha tenido más peso el optimismo. Todos los votantes, simpatizantes y afiliados son según el nuevo presidente los verdaderos protagonistas y ganadores de este Congreso. A ellos se ha dirigido como la base de un partido que se construye de abajo a arriba: “Os necesito a mi lado, os agradezco vuestro apoyo y os garantizo que en las instituciones volveremos a tener al Partido Popular fuerte que necesitan nuestros hijos”