Las Fiestas Patronales de Villaescusa de Haro comenzaban en la noche de ayer con un emotivo pregón que se desarrollaba, además, en el emblemático Convento de los Dominicos, un colosal monumento que, tras varias fases de rehabilitación, ha pasado de la ruina a convertirse en referente de la activa vida cultural del municipio. El acalde del vecino Fuentelespino de Haro y diputado regional, Benjamín Prieto, fue el encargado de dirigirse a los villaescuseros en su calidad de pregonero y de repasar, en un emotivo discurso, los recuerdos y vivencias acumuladas desde su infancia.
Agradecía, Prieto, en primer lugar al alcalde de Villaescusa, y diputado provincial, Cayetano Solana, el honor de haber sido elegido pregonero y, a continuación, su complicidad al habilitar el antiguo convento de los Dominicos para celebrar este acto, “este lugar tiene una carga sentimental y afectiva tan importante para mí como para cualquier villaescusero”, afirmaba y recordaba cómo precisamente Villescusa de Haro fue la localidad elegida en 2012 para presentar el Plan de Mejora de Infraestructuras Turísticas, Plamit, un proyecto de rehabilitación de patrimonio provincial desarrollado durante su anterior etapa como presidente de la Diputación Provincial, y que sirvió de eje impulsor para más de 100 actuaciones distribuidas en todo el territorio, que fue merecedor de un premio de Europa Nostra. Prietoavanzaba que los planes futuros para esta antigua iglesia no han acabado, “espero verlo convertido pronto en el Centro de Interpretación de la Historia de la Provincia de Cuenca”, anunciaba.
Prieto recordaba como desde su infancia ha estado vinculado a Villaescusa, incluso, “pasando durante cinco años con el autobús de transporte escolar que compartía con muchos de vosotros y conducido diestramente por mi buen amigo Jose Luis Olivares, el del Saga”, narraba. También explicaba Prieto cómo se dejó contagiar por el entusiasmo e inquietud de los villaescuseros por defender y dar a conocer el legado de su pueblo, citando a algunos de ellos, sin olvidarse del anterior alcalde Balbino Millán, “que con gran acierto adquiría esta antigua iglesia para el pueblo, nos situó en la noble fin de continuar su tarea”.
El diputado regional destacaba también la privilegiada situación geográfica del municipio, su rico potencial agroalimentario, y dedicaba un recuerdo especial a aquellas personas que trabajaron por su pueblo y ya no se encuentran entre nosotros, “como mi gran amigo Boni, el Garbancero, quien estoy seguro de que a muchos de vosotros os animó a emprender algún proyecto”.
Las minas de lapis specularis que también tuvieron su importancia en Villaescusa de Haro o la desamortizaciónde Mendizábal, que sentenciaba el declive del convento de los Dominicos, que hasta ese momento era el segundo más importante de España después de el de Silos, fueron parte del amplio repaso histórico de Benjamín Prieto por la historia del municipio. No quiso olvidarse de una tradición muy arraigada en la localidad, la visita del Regimiento Saboya que, desde hace 50 años y en el mes de septiembre, recuerda el trágico fallecimiento de dos personas en este municipio.
Para finalizar, Benjamín Prieto pedía a los villaescuseros que nunca pierdan la vinculación con su pueblo, independientemente de que los proyectos profesionales y personales haya obligado, a algunos de ellos, a “echar raíces” en otros lugares “no olvidéis lo vuestros ni a los vuestros. Es por ello por lo que cada mes de agosto regresáis al calor del pueblo”. “Gracias de nuevo por darme la oportunidad de decir alto y claro que estoy orgulloso de ser amigo de Villaescusa y es un honor dar salida a las fiestas patronales. Que la Virgen y el Cristo de la Expiración nos guíen”, concluía.