El presidente del Partido Popular de Cuenca, Benjamín Prieto, acompañado por la diputada provincial, Gema Rubio, iniciaba en la tarde de ayer la campaña electoral con un recorrido por varios municipios de La Alcarria conquense. En concreto, ambos representantes del PP viajaban en primer lugar a Arandilla del Arroyo, cuya población registrada es de 9 habitantes, lo que lo convierte en el pueblo más pequeño de la provincia conquense. Prieto y Rubio no pudieron saludar al candidato popular en la localidad, que se encontraba de viaje, pero si compartieron unos minutos con María Luisa y José María, un matrimonio que pasaba allí el fin de semana y también con Benjamín, otro vecino que les explicaba las necesidades de inversión de la iglesia, sobre todo en la cubierta “el patrimonio es muy importante para mantener nuestros municipios vivos y que sus vecinos, tanto los que viven en ellos de forma habitual como los que regresan a pasar temporadas, sigan vinculados con las tradiciones”, apuntaba Prieto.
El siguiente municipio en el primer día de ruta de campaña fue Vindel. En la plaza del pueblo esperaba el alcalde, David Asenjo, quien, junto a otros vecinos, acompañaban a Benjamín Prieto y Gema Rubio a un recorrido por el pueblo. Una de las reivindicaciones que recogían era la necesidad de limpieza de los alrededores del río para convertirlo en un paseo con bancos e iluminación, “el patrimonio natural es tanto o más importante que el monumental. No se puede descuidar ni la administración puede convertirse en un auténtico laberinto que evada responsabilidades para, al final, desatender a los ciudadanos”, declaraba Prieto. Vindel no tiene médico y tras otra dura batalla administrativa, perdida en este sentido, su alcalde se plantea, incluso, cerrar el consultorio como tal, “la atención sanitaria es fundamental.
Llevamos ocho años pidiendo a la Junta de Comunidades que incremente las horas de asistencia sanitaria en los pueblos. Es inadmisible que existan municipios a los que, ni tan siquiera un día o dos a la semana vaya un médico”, apuntaba Prieto, quien reiteraba la aseveración de una vecina, “los vecinos del mundo rural no son ciudadanos de segunda”. Una visita a la iglesia, también necesitada de algún arreglo, de Santiago Apóstol, por cierto, no de la Asunción como recoge el cartel de la entrada y un café en el bar del pueblo, pusieron punto y final a la visita a Vindel.
El Pozuelo y Alcantud cerraban la ruta de la primera jornada electoral. En el primero, otra vez quejas sobre la Sanidad y la estructuración de las Zonas Básicas de Salud, nada prácticas para algunos pacientes que tienen que desplazarse hasta consultorios a demasiados kilómetros. Los puntos limpios y unas mejores carreteras también se convirtieron en tema de reivindicación. En Alcantud, la visita ‘mitinera’ se diluía en las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de los Afligidos. A pesar de que la noche no acompañaba climatológicamente, los vecinos se divertían en la calle a ritmo de charanga.
“Cuatro localidades con realidades distintas, pero todas con un punto en común, los habitantes de la Cuenca rural quieren seguir viviendo en sus pueblos, manteniendo sus casas y disfrutando del entorno privilegiado en el que se encuentran. Para ello, necesitan, entre otros, servicios médico y buenas carreteras. Las instituciones no solo no pueden seguir ignorando esta realidad, sino que tienen el deber de atender sus necesidades”, concluía Benjamín Prieto.