Rogelio Pardo, portavoz del Grupo Popular de la Diputación Provincial de Cuenca, ha criticado el comportamiento del presidente de la Institución, Juan Ávila, por acompañar a Barreda en Villanueva de la Jara y no asistir a los actos conmemorativos celebrados ayer, 28 de enero, en honor al patrón de Cuenca.
“En un gesto elocuente, la bandera laicista de algunos y el deseo de aclamar a Barreda en Villanueva de la Jara y no al patrón de Cuenca, ha dejado claro cuales son y donde están las preferencias y obligaciones de cada uno”, apunta Pardo.
El diputado provincial ha señalado que cuando el ámbito de decisión y actuación no es personal, sino político, los máximos representantes al frente de las instituciones deben estar donde les corresponde porque a ellas se sirven; no ya por devoción, que ello sí que es íntimo, sino por la tradición religiosa, cultural y festiva y por el respeto a los sentimientos de las decenas de miles de ciudadanos que desde hace más de 800 años se sienten reflejados en quien fue el segundo obispo de Cuenca, San Julián.
Por ello, Pardo ha criticado a Ávila, “que además de presidente de la Diputación es concejal del Ayuntamiento de Cuenca”, por decidir viajar a otra localidad para hacer de telonero a la misma hora que se celebraba en Cuenca el solemne y emotivo inicio del año jubilar de San Julián.
Según el portavoz del Grupo Popular, lo fácil hubiera sido, “siempre que existiera la voluntad”, dejar la inauguración para la tarde del 28 de enero y que Ávila y Barreda hubieran estado por la mañana en Cuenca, acompañando a todos los ciudadanos. “Estoy seguro que habrá quien piense que debería haber sido al contrario y haber sido el obispo y los conquenses los que deberían haber cambiado el ancestral horario”.
No obstante, Pardo ha destacado la presencia en la Catedral del subdelegado del Gobierno y de un diputado provincial del Grupo Socialista: “de lo contrario, la ausencia de máximos representantes y de los distintos delegados de la Junta hubiese resultado sintomática de lo que fue”.