La senadora Carmen Fúnez advirtió hoy en Cuenca que Barreda, tras copresidir el Comité Territorial de barones socialistas, ha pasado de ser el cómplice “del presidente más antisocial de la democracia española”, José Luis Rodríguez Zapatero, “a ser su mayor impulsor”. “Barreda se ha convertido en la mano derecha del presidente que ha congelado las pensiones”, apostilló.
Fúnez anunció, asimismo, que los socialistas Barreda y Zapatero tienen la misma agenda política y, como ejemplo de ello, apeló a la crisis económica, a los planes de empleo y a la reducción de los presupuestos.
La dirigente política recordó que, el mismo día que Salgado dijo que “estábamos terminando con la crisis”, también salió Araújo diciendo que la crisis terminaría este mismo año y que empezaríamos a crecer en 2011. Algo que ya han desmentido los propios empresarios.
Del mismo modo, continuó la senadora popular, el día que Barreda anunciaba que iba a poner en marcha un plan de empleo con 133 millones de euros, Zapatero salía, horas después, anunciando que iba a crear un millón de puestos de trabajo a través de la economía verde.
“La agenda sigue siendo la misma porque los dos han puesto en marcha recortes en los presupuestos para las políticas más importantes en estos momentos”, afirmó Fúnez, explicando que se trata de “las políticas sociales para aquellos que peor lo están pasando en una crisis económica seria y preocupante”.
También hablando de políticas sociales, la dirigente popular se refirió a un asunto preocupante en materia de Igualdad y que “nada positivo consigue”, en referencia a la campaña que Juventudes Socialistas de Cataluña ha presentado en las últimas horas.
Para Fúnez, se trata de “un insulto a la inteligencia de los ciudadanos”, porque “no es de recibo que se inste a votar utilizando una situación sexual” con mujeres.
Es más, la senadora popular mostró su esperanza de que las mujeres socialistas denuncien esta campaña, “porque cuando hemos elaborado en España leyes de igualdad” se ha exigido a los medios de comunicación que cumplan con un código que mejore la imagen de la mujer en pro de la igualdad.
Por tanto, reprobó que los mismos que obligan al cumplimiento del código en defensa de la igualdad, cuando tienen la oportunidad de lanzar una campaña de marketing, “lo primero que utilicen sea a la mujer como un reclamo sexual para pedir el voto”.