El otro día estaba escuchando la radio y no daba crédito a lo que oía en ese momento. Resulta que ante el agradable anuncio de que el nuevo hospital de Cuenca seguía dando pasos y que será una realidad en un breve plazo de tiempo según declaraciones de Isabel Rodríguez, portavoz del ejecutivo regional, mi sorpresa es mayúscula cuando sigue diciendo lo siguiente: "que se ha propuesto al Ayuntamiento de Cuenca que la Administración autonómica se ocupe tanto del traslado de esta depuradora como de su gestión a través de la empresa pública Aguas de Castilla-La Mancha", y ¿por qué mi sorpresa se preguntarán?, pues porque nos están pidiendo desde un órgano socialista que privaticemos la depuración del agua de Cuenca.
Pero es que lo veo y no lo creo, porque es que al día siguiente veo la foto de esas declaraciones y resulta que al lado estaba el concejal de este Ayuntamiento D. Juan Ávila, que no le debió comentar a la Sra. Rodríguez, que ya el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Cuenca se había opuesto en un pleno a que se realizase la gestión indirecta por parte de ninguna empresa del ciclo integral del agua.
No le debió explicar que aun no teniendo mayoría consiguieron con un voto tránsfuga paralizar un proceso en el que se iba a desarrollar un proyecto de importantísimas consecuencias beneficiosas para la ciudad. No le debió explicar que desde el Ayuntamiento de Cuenca se estaba planteando acometer a través de esta gestión indirecta numerosas inversiones para mejorar todo el ciclo integral del agua, desde su captación hasta su depuración.
Pero es que todavía estoy perplejo porque trato de analizar la cuestión y no lo entiendo. Resulta que un órgano socialista está radicalmente en contra de una privatización y el otro nos la pide. ¿Estamos hablando de ideología?. Si realmente es una cuestión ideológica tengo que estar de acuerdo con el ejecutivo regional, ya que una gran parte de los servicios que prestan los desarrollan a través de privatizaciones, con financiación de empresas privadas (peajes en sombra como la autovía de Cuenca a Albacete), y habida cuenta que desde Cuenca no debe haber un grupo radical de izquierdas en el Ayuntamiento contrario a lo privado, deberíamos concluir que no es una cuestión ideológica.
¿Entonces de qué estamos hablando?. Pues después de analizarlo algo más llego a una conclusión muy sencilla: ante una cosa buena para Cuenca, que resulta que también el Gobierno Regional plantea, como es la gestión a través de una empresa de un servicio estratégico para la ciudad, quien se opone está en contra de las cosas buenas para nuestra ciudad. Y lo triste de esto es que todos los concejales de este pleno al comienzo de la legislatura juramos o prometimos el velar por los intereses de la ciudad y ya a estas alturas tengo claro que hay quien vela por intereses, pero no por los de la ciudad.
Ahora llega el papelón del gobierno regional que les tiene que decir al grupo municipal socialista que donde dije digo digan diego y que además éstos tengan que decir que toda la culpa es del equipo de gobierno municipal. Porque no sólo tendrán que pedir que voten a favor de la privatización de la depuración del agua, sino que además se carguen todo el principio de libre concurrencia con la que se trabaja en este Ayuntamiento, ya que no sólo quieren que gestione la depuradora la empresa pública, sino que se haga por convenio. Me gustaría ver la cara de la bancada de enfrente defendiendo esto. Cómo se puede defender ante las empresas, en las que por otra parte tanto confía el gobierno regional, que iban a plantear propuestas beneficiosas para la ciudad, que ya no tienen derecho ni siquiera a plantearlas porque es mejor que se haga a dedo, se firma un convenio y punto.
Con todo esto me queda claro, que en el socialismo conquense representado en el ayuntamiento de Cuenca no hay ni socialismo ni conquenses, no hay ni ideología ni ganas de sacar adelante un proyecto de ciudad, sólo hay ganas de machacar al adversario político sin mirar que daños se causan para la ciudad y para sus vecinos. No hay más que ganas de intentar dinamitar el trabajo de un equipo que con ilusión trabaja y propone proyectos para que la ciudad crezca como se merece. Pero no lo van a conseguir. Seguiremos trabajando para conseguir una ciudad mejor.
Javier Ruiz, Concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Cuenca.