No se me ocurre otra frase que califique la actitud que mantiene el Grupo Municipal Socialista, de permanecer en el error y de echar balones fuera en el controvertido tema de las sentencias en materia de personal y de su ejecución. Y a esa conclusión llego, tras reunirme en dos ocasiones con un grupo de trabajadores municipales afectados y tras conocer la providencia judicial en la que se requiere al Ayuntamiento de Cuenca a que proceda a la ejecución de una sentencia firme del Tribunal Superior de Justifica de Castilla-La Mancha; la 145/2008 que afecta, entre otros, a personal de la Concejalía de Medio Ambiente.
Quizás los conquenses no sepan que hay una docena de sentencias, consecuencia de reiterados recursos promovidos por todos los sindicatos con representación en el ayuntamiento, que dan continuos tirones de orejas al Equipo de Gobierno municipal socialista de entonces, encabezado por los Sres. Cenzano y Ávila, dejando claro que se pasaron por el arco del triunfo la Ley y el Convenio colectivo de forma flagrante y evidente. También se saltaron al Pleno del Ayuntamiento por el que tenían que haber pasado todas las modificaciones del convenio.
Una tras otra, las sentencias declararon ilegales y anularon las sucesivas ofertas públicas de empleo, la modificación de plantilla, los procesos selectivos y las bases por vulnerar la Ley, el Convenio y hasta la Constitución Española. El GMS sabía que lo estaba haciendo mal y conocía las
consecuencias de sus actos, pues la doctrina del Tribunal Supremo y del Constitucional es amplísima, y esto es lo que añade más dramatismo, pues lo hicieron a sabiendas de que todo no serviría para nada. Su horizonte no era otro que las elecciones municipales de 2007.
Ahora pretenden negar lo evidente e instalarse en la contradicción. En un pleno en la Diputación provincial, y fuera del orden del día, el PSOE mandó a diecinueve trabajadores a la calle sin negociar nada. En este Ayuntamiento, el GMS echó a trabajadores del servicio de deportes, que pregunten al Sr. Patiño. Y más recientemente, la portavoz socialista, Dª Inmaculada Cruz, dijo en un pleno que todas las sentencias hay que ejecutarlas.
Los fallos de las sentencias firmes hay que acatarlos, y además estamos siendo supervisados por el juzgado. A diferencia de lo que hizo el PSOE en la Diputación y en el Ayuntamiento, el Grupo Popular propone hacerlo de la forma menos traumática para los trabajadores. Ahora toca informar a los afectados, a los representantes, al comité de empresa, a la junta de personal, a los sindicatos y al Juez. Habrá que convocar una mesa de negociación y recorrer el camino que no se hizo entonces.
Saben todos los trabajadores, que el GMS creó el problema estando en el gobierno municipal con mayoría suficiente, y que ahora no lo va a arreglar y que todas sus maniobras serán para eludir su responsabilidad y marcharse de rositas ellos y sus asesores de entonces. Incluso, algún adlátere se atreve a lanzar veladas amenazas al Equipo de Gobierno y a algunos representantes sindicales.
Mientras el Equipo de Gobierno espera que el proceso se haga dentro de los cauces legales y en un proceso donde impere la buena fe y el sentido común. El GMS intenta eludir su responsabilidad y enredar. Y lo que me parece peor, no es que lo hicieron muy mal, es que se empecinen en permanecer en el error y en utilizar a los trabajadores como moneda de cambio en su lucha política.
Eso es lo que hace el GMS y el Sr. Ávila al ofrecerse como medicina para su mal. Lo de ellos, me recuerda a los malos curanderos que le dicen a sus pacientes terminales lo que quieren oír, con sus palabras y sin otra garantía que la credulidad del que se sabe perdido.
Ángel Mariscal, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cuenca