La agrupación local del PSOE de Cuenca suele enviar a su aguerrido y escrupuloso “arribista”, que a su vez dirige la comunicación de la citada organización, contra los medios, para repetirnos, de vez en cuando, algunas cosas. Suele el citado dirigente repetir de manera “goebelsiana” una serie de mantras, con la esperanza de que alguno de ellos cale en los ciudadanos. Al parecer, la factoría de ideas de la agrupación local socialista no anda muy sobrada de ellas, y por eso repite una y otra vez, por medio de la pluma del secretario de comunicación, dos o tres falacias incansablemente.
Quisiera el Sr. Arribas y los socialistas conquenses que sus profecías se cumplieran, pero no es así. Mientras ellos se dedican a inocular miedo en el futuro, empresarios y entidades de crédito confían en el ayuntamiento conquense y en el futuro de nuestra ciudad. Mientras la oposición se dedica a pelearse por arrancar algún voto que llevarse a la boca, Pulido y su equipo trabaja para hacer de Cuenca una ciudad moderna y habitable. Mientras nuestro alcalde consigue atraer una inversión millonaria que aportará empleo, riqueza y posibilidades de ocio para los conquenses, nuestros políticos socialistas intentan torpedear por todos los medios esa inminente “Casa del Agua”. Cuando nuestro alcalde consigue una inversión millonaria para rehabilitar integralmente un barrio olvidado por los socialistas como “San Antón”, y al observar que el desarrollo del Urbana se hace en colaboración con los vecinos del citado barrio, Arribas y los suyos, movidos de un extraño impulso, intentan acabar con ese proyecto.
Los socialistas de Cuenca, y entre ellos el jefe de la comunicación, son los típicos representantes de la política antigua y rancia, los de la desmemoria selectiva. Este tipo de dirigentes se permiten lanzar mentiras sobre recortes sociales, mientras su partido, en la Junta de Comunidades, recorta en gastos de calefacción en algunos institutos de Cuenca. Son esos mismos que al referirse al ayuntamiento de Cuenca lo pintan todo negro, sin recordar que el caos municipal en Cuenca, certificado por el Tribunal de Cuentas, tiene la marca socialista de legislaturas pasadas: contratos blindados; desorganización administrativa; gastos sin contrato alguno; incapacidad para hacer un presupuesto a tiempo; incalificable gestión de los recursos humanos que tiene en vilo a 140 trabajadores… Son, en fin, los que no son capaces de preguntarse por qué si la Diputación del Sr. Ávila tiene una situación tan boyante, han tenido que confeccionar un presupuesto con partidas de gasto de unos ridículos seis euros, y no van a poder aportar ni un euro a alguno de los proyectos que los socialistas, a decir del Sr. Arribas, consideran como “grandes oportunidades”.
Por el contrario, Pulido y su equipo seguirán trabajando por el futuro de nuestra ciudad, con la complicidad de los ciudadanos, los trabajadores y los empresarios. Un futuro que dibuja una ciudad perfectamente comunicada, sostenible, moderna y con gran calidad de vida. Un futuro que está cerca y que veremos mucho más despejado cuando el gobierno de la región esté en manos de María Dolores de Cospedal, y cuando el timón de la Nación lo lleve Mariano Rajoy y el Partido Popular.
Pedro J. García Hidalgo
Coordinador de Organización del PP de Cuenca.