No sé si felicitar al portavoz socialista, Sr. Pérez Tornero, por su artículo dedicado a María Dolores de Cospedal. Pocas veces un popurrí de frases inconexas han conseguido hacer más daño a su autor que al partido que critica. Es tan evidente su carencia de rigurosidad como la falta de respeto a su figura y el cierto tufillo machista que salta a la vista. En todo caso, los conquenses no le pagan para eso.
A estas alturas de la legislatura a nadie le extraña la falta de coherencia de su partido. El mismo jefe de la franquicia autonómica del PSOE exige a Cospedal dedicación absoluta mientras sus compañeros de similar responsabilidad comparten cargos, léase: jefe del gobierno, ministros y presidentes autonómicos socialistas. Sin ir más lejos, el propio Sr. Barreda además de ser el presidente del gobierno de Castilla-La Mancha, es el secretario general del PSOE de aquí y coordinador del Consejo Territorial del PSOE nacional. Ya tiene para entretenerse con estos cargos, y me consta que a partir de mayo de 2011 podrá dedicar más tiempo a la universidad y al partido que le ha permitido amasar cargos a él y a su mujer.
Será quizás, por este cúmulo de cargos del Sr. Barreda o por ser residente en Madrid, es por lo que dice no enterarse de lo que pasó en CCM. Ni tampoco querrá enterarse el PSOE cuando ha negado hasta en seis ocasiones una comisión de investigación en las Cortes Regionales. El Banco de España y la Fiscalía Anticorrupción no están por la labor y nos iremos enterando a pequeñas dosis, para que nos vayamos inmunizando, de lo que estar por descubrir de la gestión socialista de CCM.
Sr. Pérez, si la culpa de tanta tropelía es del PP, por qué impiden la creación de una comisión de investigación sobre los motivos que llevaron a la intervención de CCM. En ninguna parte del mundo democrático, fíjese en el adjetivo, una oposición ha tenido más culpas sin tener responsabilidades de gobierno y sin haber participado en decisiones calamitosas que han situado a Castilla-La Mancha a la cabeza del ranking autonómico del endeudamiento, del paro, del fracaso escolar, del fracaso de la reforma del Estatuto y del fracaso del agua tras 28 años gobiernos socialistas. Ya tengo lema electoral para el PSOE “De fracaso en fracaso hasta la victoria final”.
Le molesta que este año el pendón no fuera portado por un concejal de su grupo, pero es con ese baile de concejales socialistas que prometen, toman posesión, cesan y se marchan a mejores destinos, tienen mareado hasta el mismísimo pendón. Tanto, como a los concejales de su grupo que este año para salir en las fotos, y a diferencia de los anteriores, han intentado acudir a todos los actos oficiales de San Julián y San Mateo no siempre con éxito.
Desentona su actitud, Sr. Pérez, con el carácter acogedor de los conquenses. Siempre es de agradecer que personas de buen corazón y mejor gusto, relevantes o no, vengan a Cuenca y participen de sus fiestas y tradiciones. Ojalá, el Sr. Barreda hubiera venido cuatro años seguidos a San Julián o a San Mateo, como lleva haciendo María Dolores de Cospedal. El Presidente no viene porque usted no tiene el mismo poder de convicción que otros ediles de su partido que si consiguen que los reyezuelos socialistas vayan a sus municipios a comer gachas y calderetas.
Unas Fiestas de San Mateo que han sido de las mejores que se recuerdan, en cuanto a participación, actos programados y menor número de incidencias. Éxito que en gran medida ha sido por la buena coordinación y disposición de todas las personas que han tenido que ver con la organización y el desarrollo de las mismas. Y también, aunque al GMS se le olvide, a los trabajadores de todos los medios que han contado y llevado las imágenes y el sonido de todo lo que sucedía en las calles y plazas del Casco Histórico a todos los hogares de esta gran y acogedora Cuenca. Sinceramente, ¡Felicidades a todos!.
Sin duda alguna, a usted y algunos de sus compañeros de filas les viene grande el puesto aunque sea solo uno. Con sus mismas palabras, Sr. Pérez, hágaselo ver. Lo suyo y lo de su partido con Maria Dolores de Cospedal es una obsesión. Para hacer gracietas, como Zapatero, váyanse al circo.