Siempre que hay un cambio de gobierno en un ayuntamiento hay un periodo de incertidumbre en el que uno no sabe bien con que le sorprenderá el nuevo alcalde, pero debo admitir que el Sr. Ávila lo ha hecho. Y no lo digo por lo de la “revisión” de los impuestos, porque parece ser que el Manual del gobernante socialista se basa en despilfarrar todo lo que se pueda ¿y qué pasa cuando hay problemas económicos? Pues se suben los impuestos y que paguen los ciudadanos.
La sorpresa me la produjo ver que pretende privatizar las aguas conquenses, perdón, creará una empresa pública que gestionará las aguas municipales. No sé lo que pensará el resto de ciudadanos pero a mí me suena a una privatización en toda regla con una buena capa de maquillaje “progre”.
Cuando Ávila hacía oposición, el GMS se unió a los sindicatos y a la Plataforma en contra de la privatización del agua para defender los 50 empleados del Servicio Municipal de Aguas; y una vez que llega al Gobierno lo primero que hace es apuñalar por la espalda a aquellas personas, que engañadas por la lengua viperina socialista, ayudan en sus campañas deshonestas y llenas de hipocresía.
Llevo leyendo mucho tiempo que el PSOE robara a los ricos para dárselo a los pobres cual Robín Hood, pero examinando un poco sus propuestas me parece que va a ser más de lo mismo, robar a todos para repartirlo entre los suyos.
Así que reflexionando un poco sobre la política socialista, o sobre este Manual del gobernante socialista, solo veo manipulaciones, incoherencias, falsedades y traiciones como en tiempos de Viriato, solo que Roma no pagaba a traidores, y yo me pregunto ¿Cuenca lo hará?
Oscar Pellisa Castillejo
Secretario ejecutivo de asociacionismo juvenil de NNGG de Cuenca.