"DEPENDE DE NOSOTROS"
La cita de los ciudadanos españoles con las urnas el próximo 20 de noviembre no es una cita cualquiera. Se trata de una encrucijada que bien puede calificarse como histórica. Mucho nos jugamos todos los españoles con lo que pueda ocurrir en los próximos días y semanas, y mucho nos jugamos todos con la capacidad de un nuevo Gobierno para llevar a cabo las medidas de saneamiento del gasto de las Administraciones Públicas y de favorecimiento del crecimiento económico que nuestro país precisa urgentemente.
El paciente sufre de una avanzada gangrena y hay que actuar con la máxima celeridad y la máxima responsabilidad si no queremos que se nos quede en el camino. La presión de los mercados internacionales sobre la deuda española ha alcanzado niveles históricos en estos días. Las dramáticas cifras del paro –cinco millones de personas, el 22.2% de la población, el 45% de los jóvenes, 1,5 millones de familias con todos sus miembros sin empleo- también son bien conocidas. Hay nueve millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza, y el descenso vertiginoso de la actividad económica y de la inversión afecta a todos los sectores y a todas las capas de la población, haciendo que las dificultades de encontrar un puesto de trabajo o de mantener el que se tiene, se hayan agudizado. Los relatos tan dolorosos de personas concretas, familiares, amigos, vecinos, que sufren el zarpazo del desempleo y la pérdida de sus esperanzas vitales son cada día más frecuentes.
Esa es la situación, y la primera condición para empezar a salir de ella es afrontarla con realismo y sin poner vendas delante de los ojos. Las cosas no se han hecho bien y urge modificar la dirección. Otros países de nuestro entorno también lo están haciendo, y como vemos en los casos de Grecia y Portugal, de una manera más drástica. Tampoco nosotros nos salvaríamos de un escenario similar si no somos capaces de enderezar el rumbo.
A la vez es preciso tener esperanza. Tenemos la capacidad de salir adelante y de llevar a cabo las reformas que son necesarias. En otros momentos de nuestra historia reciente durante la Transición lo hicimos uniendo esfuerzos, tanto a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, como, sobre todo, a raíz de la crisis de mediados de los noventa, en el periodo 1996-2004 bajo Gobiernos del Partido Popular.
El Partido Popular ha puesto como objetivo principal durante estas elecciones y como compromiso esencial con todos los españoles si forma Gobierno la creación de empleo y el crecimiento económico. Es posible volver a recuperar la confianza exterior e interna si se toman las decisiones que hacen falta con sensatez, racionalidad y teniendo en cuenta el interés general.
Pero no se trata de objetivos políticos o partidistas. Estamos hablando de algo que va mucho más allá, de un proyecto nacional; de recuperar el pulso vital y el futuro para nosotros y para nuestros hijos. De poder volver a hablar en las instituciones internacionales con solvencia y con credibilidad, defendiendo nuestros intereses con coherencia y fortaleza.
El mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y de la calidad de la sanidad, la búsqueda de la excelencia en la educación, junto con las reformas necesarias de la justicia y en la prestación de los servicios por la Administraciones Públicas, eliminando duplicidades y garantizando la unidad de mercado son elementos imprescindibles en esa recuperación del pulso vital. Como lo es dirigir todos los esfuerzos y las adecuadas medidas legislativas al apoyo a las pequeñas y medianas empresas, a los comerciantes, a los emprendedores, a la sociedad civil en su conjunto. El Estado no puede suplir a la sociedad, a las familias, a la capacidad de iniciativa de los individuos, pero sí favorecer el marco para que se cree empleo, riqueza y bienestar continuado.
Todo ello depende de nuestra libertad y nuestra responsabilidad; en estos momentos tan cercanos, de nuestra capacidad de elección. La política no soluciona todos los problemas, ni mucho menos, pero ahora nos hacen falta de manera urgente buenas políticas. Políticas y políticos en positivo, que sumen esfuerzos y aúnen voluntades, sin dividir, integrando a todos, recuperando los grandes acuerdos que han hecho posible nuestros mejores épocas recientes. Estamos todos llamados a ese esfuerzo colectivo por sacar adelante Cuenca, Castilla-La Mancha y España toda. Es la hora de actuar responsablemente; sin miedos y con la vista puesta en un futuro mejor.
José María Beneyto
Catedrático y Abogado.
Candidato al Congreso de los Diputados por el Partido Popular.