¿Se puede justificar el insulto a un cargo público por el simple hecho de estar en desacuerdo con sus decisiones? ¿Es admisible democráticamente perseguir a un representante institucional y amenazarlo porque tome decisiones que no te gustan? ¿Es aceptable moralmente amenazar a personas porque no piensan como tú?
El jueves pasado tras el Pleno celebrado en la Diputación Provincial se vivieron momentos bochornosos que avergüenzan a cualquier persona con un mínimo sentido común. Varias personas contrarias a la instalación del ATC en Villar de Cañas, amenazaron e insultaron a diputados del PP, a miembros de NN.GG del PP y a ciudadanos que acudieron a presenciar la sesión del Pleno en la institución provincial. Y no contentos con ello, persiguieron y prácticamente sitiaron al Presidente de la Diputación, al Vicepresidente 2º y a varios miembros de su equipo. Todo esto ocurrió no sé si con la complicidad de los socialistas, pero sí con su pasividad.
El viernes pasado celebrábamos Pleno también en el ayuntamiento de Cuenca y tanto el Grupo Municipal Popular, como el Socialista presentamos mociones sobre el ATC. Nosotros, desde el Grupo Popular, proponíamos apoyar la instalación del almacén en Villar de Cañas, y ellos, los socialistas, propugnaban rechazar dicha instalación.
En mi intervención señalé que había que destacar que en este caso, nadie iba a insultarnos a los que defendíamos que esta instalación era beneficiosa para Cuenca. Y también le dije a mi alcalde, al Sr. Ávila, que nosotros habíamos reprobado ya los insultos y amenazas, y que él tenía la oportunidad, en el propio pleno, de hacer lo mismo. No quiso. No reprobó los insultos. Perdió una oportunidad de hacerlo.
Es muy grave, desde mi punto de vista, que el alcalde de todos los conquenses no sea capaz de reprobar los insultos y las amenazas que unos exaltados profirieron contra representantes públicos de Cuenca, solo porque sean de distinto partido al suyo. Es preocupante que un dirigente político como Juan Ávila, sea incapaz de rechazar actitudes violentas, solo porque son ejercidas contra quienes piensan distinto a él.
Ávila aún está a tiempo de actuar democráticamente, mostrándose como el alcalde de todos los conquenses y reprobar una actuación indefendible de unos exaltados que no entienden ni la democracia ni la libertad. Si no lo hace, estará poniéndose a la altura de ellos.
Pedro José García Hidalgo
Portavoz Grupo Popular Ayuntamiento de Cuenca.