La situación actual obliga a adoptar medidas que a nadie le agrada tomar. La actual administración está obligada, sí o sí, a reducir el desorbitado déficit público heredado de la anterior administración. Para reducir este déficit es necesario hacer dos cosas: una, pagar la deuda y dos, reducir el gasto para tender al equilibrio presupuestario. Y es preciso hacer ambas cosas sobre todo con un objetivo primordial, garantizar la prestación de los servicios sociales básicos.
En estos momentos la política está absolutamente determinada por la deuda heredada del anterior gobierno del socialista Barreda, una deuda que ascendía en nuestra región, cuando el PP asumió las tareas de gobierno, a casi 11.000 millones de euros y que actualmente obliga a nuestra comunidad a pagar diariamente 4 millones de euros, 3 del principal y 1 de intereses. Una cantidad equivalente a lo que costaría construir un colegio cada día.
Raya lo esperpéntico ver a los antiguos dirigentes socialistas, responsables con su gestión del agujero económico, encabezar manifestaciones y concentraciones en contra de “los recortes”. ¿Qué cuota de responsabilidad se atribuyen estos ex dirigentes socialistas de la situación ruinosa en que han dejado al país y a nuestra región, ellos que han estado en las instituciones regionales 28 años y en las nacionales los últimos 8?
¿Es que acaso existe mayor recorte que el que ellos practicaron en Castilla La Mancha? Ellos que además de agravar la crisis económica que padecemos han agravado la crisis que sufrimos en todos los ámbitos de nuestra sociedad: en la justicia, el empleo, la sanidad o la educación.
En educación practicaron innumerables recortes. Suprimieron la gratificación autonómica por jubilación anticipada. Dejaron de pagar las dietas al profesorado itinerante. No firmaron los convenios con los ayuntamientos para la contratación de cuidadores de comedores de gestión directa, ni los convenios para los comedores de gestión integral. No pagaron las subvenciones para el mantenimiento de las Escuelas Infantiles Municipales. No convocaron las ayudas para el transporte y comedor de los Centros Concertados de Educación Especial. No pagaron el transporte escolar. No pagaron a los libreros. No abonaron los gastos de funcionamiento a los centros. No convocaron las ayudas a los alumnos para los viajes culturales de 1, 3 y 5 días y viajes para la mejora del uso de lenguas extranjeras. Eliminaron las ayudas económicas individuales para la participación en actividades de formación permanente del profesorado de enseñanzas no universitarias. Suprimieron las ayudas a los ayuntamientos, centros, AMPAS, asociaciones de alumnos y entidades sin ánimo de lucro para la realización de actividades extracurriculares. No convocaron oposiciones a los cuerpos docentes. Suprimieron la dotación económica a programas como los Proyectos de Innovación. Obras de Institutos y colegios paralizadas, con millones de euros de obra certificada (ejecutada), y sólo unos pocos miles de euros pagados. Equipamiento de comedores sin pagar a las empresas instaladoras.
En honor a la verdad es preciso decir que hay algo en lo que nunca recortaron, en publicidad para “vender” que nuestro sistema educativo “era envidiable”, que nuestra educación “gozaba de muy buena salud”, “que éramos los primeros” y que ellos y su gestión era la pera limonera.
Por cierto, ¿dónde estaban las camisetas verdes y negras entonces?
El balance final de la gestión socialista fue llevar a nuestra región a una suerte de distopía (una utopía perversa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal): ingente gasto injustificado y colosal deuda. El Partido Popular desde que llegó al gobierno ha trabajado para sacar a la región de esta situación inverosímil y suicida a la que los anteriores gestores condujeron a Castilla La Mancha.
En el ámbito educativo, como en otros ámbitos, se han tomado medidas encaminadas a racionalizar el gasto y reconducir la situación. Reducción de las direcciones generales un 40 %, se ha pasado de ocho a cinco. Reducción en un 50 % el número de asesores técnicos educativos en los Servicios Periféricos. Pago de la deuda a los libreros por un valor de 1,7 millones de euros. Normalización del gasto en los transportes pagando 6 millones de euros. Pago de la deuda que dejaron a la Universidad regional. Supresión de los CEPs que contaban con más de 250 asesores. Eliminación de las rutas de transporte con 1 alumno que costaba a la administración casi 20.000 euros cada una. Supresión de comedores en los que la Consejería pagaba el menú/día a 7 o a 8€.
Para los socialistas estas y otras medidas de parecida índole en el ámbito educativo o en otros ámbitos son recortes, pero es que si lo fueran, los únicos responsables de los mismos son ellos, que se gastaron lo que tenían, lo que no tenían y lo que podrían haber tenido las generaciones venideras.
Es una verdadera lástima para la salud de la democracia que el PSOE haya devenido en PSOECRESÍA.
Comisión de Educación del Partido Popular Cuenca