Es necesario hacer un llamamiento a toda la sociedad conquense para celebrar desde la unidad el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”.
Como gestores públicos tenemos la responsabilidad ineludible de eliminar todos los obstáculos que impiden que la igualdad entre hombres y mujeres sea real y efectiva, a través de normas, estructuras, mentalidades y costumbres.
Las mujeres han sufrido discriminaciones históricas en las que eran excluidas de ámbitos de participación y limitadas en términos de igualdad de oportunidades. Sin embargo, los procesos hacia la igualdad comienzan a asegurar en nuestra sociedad el respeto de las diferencias que pudieran existir entre hombres y mujeres. Aún así, es necesario seguir trabajando para hacer desaparecer posibles discriminaciones hacia la mujer que puedan estar generando situaciones de desigualdad.
Supone un reto importante para nuestras administraciones, y en especial para la municipal por su proximidad al vecino, adecuar sus políticas al principio de igualdad en cada una de sus actuaciones. Cualquier política de igualdad debe contemplar la equidad en la educación y el empleo; la conciliación de la vida laboral, familiar y personal; políticas de promoción y protección de la salud y el bienestar social; políticas de promoción y atención a las mujeres; participación social, política y económica; además de tener en cuenta la imagen y los medios de comunicación.
Desde la administración local hay que fomentar todas las políticas de igualdad, ya que lamentablemente las mujeres siguen siendo mayoría entre la población inactiva; desempleadas, con baja remuneración o categoría profesional, desempeñando habitualmente dobles jornadas laborales o teniendo a su cargo en ocasiones el cuidado de personas dependientes, sin olvidar las tareas del hogar, puesto que una gran mayoría de las mujeres todavía siguen desempeñando en soledad y sin ayuda este trabajo, así como el cuidado de sus hijos, cumpliendo con la doble función de trabajo fuera y dentro de casa.
Porque la igualdad “real y efectiva” pasa por la incorporación de las mujeres a un empleo de calidad en las mismas condiciones que los hombres, y ello exige un reparto igualitario de la esfera de lo privado, de los asuntos domésticos y de los cuidados. Sólo con una verdadera corresponsabilidad entre hombres y mujeres se equilibrarán realmente las oportunidades para ellas.
Debemos elaborar estrategias que velen por la existencia de la integración de la perspectiva de género en todas las políticas que afecten al papel de las mujeres en la economía, coordinándonos para la mejora de su integración en los mercados de trabajo y la mejora de aptitudes para el empleo, del espíritu de empresa, de la capacidad de adaptación de las empresas y de sus trabajadoras, y de la participación de las mujeres en la toma de decisiones sobre asuntos que interesan a toda la ciudadanía.
Debemos desarrollar políticas de integración, de acciones positivas, de
transversalidad y de consenso y participación, proporcionando una gestión transparente, respetuosa y creíble.
Es necesario seguir contando con el compromiso para promover servicios y condiciones de vida aceptables donde mujeres y hombres tengan la oportunidad y el derecho a ser tratados de forma similar, debiéndoseles considerar igualmente responsables de todas las cuestiones relativas al trabajo y a su participación en la vida pública, con el fin de erradicar las desigualdades y barreras que aún persisten en nuestra sociedad.
Conmemoramos un año más el Día Internacional de la Mujer en un contexto difícil, pero lleno de esperanza. Porque el 2013 va a ser el año en que se inicie la recuperación económica y se empiecen a ver los resultados de las profundas reformas emprendidas por el Gobierno de María Dolores Cospedal, y el Gobierno de España. Y para que ello ocurra, será fundamental contar con la fuerza, con la determinación, con la sabiduría y con el poder de las mujeres.
En estos momentos es más necesario que nunca que reflexionemos sobre la manera de conseguir un modelo social más igualitario, más productivo y eficiente, que conlleve la disolución de las desigualdades entre hombres y mujeres. Tenemos que tejer una nueva red de políticas sociales más acordes con la realidad social de las mujeres y ello pasa por abandonar el oportunismo político y por la consideración de que las mujeres son una fuerza vital e imprescindible para que nuestro país, nuestra región y nuestra ciudad recupere su bienestar económico, político y social.
No podemos terminar este manifiesto sin hacer una referencia a la mujer rural y a la mujer discapacitada por las dificultades que para ellas supone su presencia activa en nuestra sociedad y en reconocimiento a su esfuerzo y ejemplo. Y desgraciadamente un año más tenemos que denunciar la violencia machista y expresar nuestro recuerdo a aquellas mujeres que han sido victimas de esta barbarie con la esperanza de un futuro lleno de esperanza y libre de esta lacra.
GRUPO MUNICIPAL POPULAR del AYUNTAMIENTO de CUENCA