Todavía no. La igualdad sigue sin ser real. Por muchos logros que se han conseguido, como ha sido la progresiva incorporación de la mujer al mercado laboral, a la vida política o a los puestos de responsabilidad de las grandes empresas, la realidad es que la desigualdad entre hombres y mujeres sigue estando vigente hoy en día.
Muestra de ello es que en la empresa privada la mujer cobra un 16,4% menos que el hombre o que el paro castiga más al sexo femenino, ya que según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) el paro masculino en el año 2014 fue del 22,8% mientras que el paro femenino fue del 24,6%.
Otro ejemplo de esto es que en el año 2014 cincuenta y tres mujeres fueron víctimas de violencia de género, de las cuales cuatro fueron menores de edad.
Por no hablar de países como Siria o Yemen, en los que la mujer se ve obligada a contraer matrimonio entre los quince y diecinueve años de edad a modo de acuerdos familiares, y el 38% de ellas sufren mutilación genital. Países en los que las mujeres dependen del hombre para vivir, pues necesitan su permiso para realizar prácticamente cualquier cosa: ir a la universidad, sacarse el pasaporte e incluso salir a la calle.
Afortunadamente esto no ocurre en nuestro país, pero no debemos olvidarnos de que existe y hay que trabajar para cambiarlo.
Todos los logros y progresos que la mujer ha conseguido, que han sido muchos, han sido gracias a sus ideales inconformistas y a su esfuerzo y trabajo incansable, en el que nunca han dado algo por imposible.
Desde mi punto de vista, mi generación los ha perdido parcialmente, lo que supone por un lado un aspecto positivo, ya que nosotros vemos como algo normal el pensamiento de igualdad entre ambos sexos, pero quizá no nos demos cuenta de que aún no está todo hecho.
Yo culparía a mi generación de ser bastante conformista y debemos despertar.
Debemos trabajar de la misma forma que lo hicieron nuestras madres, para conseguir que de una vez por todas la balanza de la igualdad esté equilibrada y que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades.
He de felicitar a las mujeres por todos los logros conseguidos en estos años y decirles que nos queda mucho camino por recorrer y mucho por conseguir.
Fidel Fernández Moraleja.
Presidente del Club Juvenil NNGG de Cuenca.