El otro día estaba viendo las noticias y, de repente, me di cuenta de una situación que ahora es habitual pero que, hasta hace escasamente unos años, rara vez podíamos escuchar en los medios de comunicación.
Recuerdo cuando estaba en segundo de carrera y el tema de conversación en los grupos de amigos era la crisis, la recesión y el desempleo. Cómo hablábamos del porvenir como algo incierto e inseguro pensando que era inútil terminar la carrera porque nos esperaba la cola en el INEM.
Más de una vez, entre nosotros decíamos que esto tenía que acabar pero que no tenía un fin y, al menos yo, no era capaz de ver un telediario porque era tal el pesimismo y las malas noticias que se te quitaban las ganas.
El paro creciendo a un ritmo imparable mes a mes, el sector inmobiliario por los suelos, la venta de coches estancada, las empresas cerraban y no se abría prácticamente nada, la recesión nos azotaba constantemente, la sanidad en nuestra región prácticamente en bancarrota y, para colmo, la sombra de un rescate se cernía sobre España.
Hoy enciendes la televisión y ves creación de empleo, crecimiento del sector inmobiliario, crecimiento económico habiendo dejado ya atrás la recesión, las ventas de coches encadenan su periodo más largo de alza desde 1996, los autónomos crecen por encima de la media nacional en nuestra región, la deuda con la sanidad atajada y controlada, organismos nacionales e internaciones ponen a España como ejemplo de crecimiento y recuperación una vez más y, lo más importante, la sombra del rescate desapareció de un plumazo.
Hoy hay muchas buenas noticias y, a pesar de que aún queda mucho por hacer, lo que está claro es que la situación ha cambiado de forma radical. Es algo que vemos y ya nos inspira confianza y optimismo, se palpa y se siente.
Es fruto, no solo del trabajo de los responsables del Partido Popular al frente del Gobierno de España, del Gobierno regional o de la Diputación provincial; sino de todos los ciudadanos que hemos sabido arrimar el hombro y hemos entendido la situación.
Porque era lógico que el esfuerzo debía de ser conjunto, y consecuentes con ello, los líderes del PP decidieron dar ejemplo con la bajada de sueldo que aprobaron nada más tomar posesión de sus cargos, igual que hicieron los diputados regionales, que con los votos a favor del PP y en contra del PSOE, decidieron quitarse el sueldo y reducir el número de parlamentarios en un ejemplo de empatía con el ciudadano.
Queda mucho trabajo por hacer, pero lo que está claro es que España y Castilla-La Mancha vuelven a crecer.
Daniel Pérez Osma
Secretario General de NNGG Cuenca.