Creía que había leído ya todo, o al menos casi todo, lo relacionado con las plataformas. Sí, aquellos grupos de indignados/interesados que dependiendo del día y del color de la camiseta que tocaba, se parapetaban detrás de la pancarta, también de turno, y arremetían contra todo lo que se les ocurría, eso sí, con un denominador común: cuestionar la gestión de gobierno que llevaba a cabo la presidenta regional en la pasada legislatura, María Dolores Cospedal.
No conocían límites a la hora de trasladar a la ciudadanía mensajes alarmantes sobre temas tan sensibles como la Sanidad o la Educación y tampoco se ‘cortaban’ lo más mínimo en negar una realidad, la de la dura situación económica, a la que tuvo que hacer frente el Gobierno del Partido Popular y que ponía en peligro, por los impagos y las facturas, la continuidad de nuestros servicios básicos, debido a la pésima gestión socialista.
Pero ahora, la realidad ha cambiado, su realidad, para ser más exactos. Y ya no hay cabida a las quejas. Todo funciona a la perfección según estas ya descafeinadas plataformas. ¿Qué me llamo Plataforma en Defensa de la Sanidad de Cuenca? Pues nada, me lo salto a la torera y la emprendo contra la Unión Europea por su gestión de la crisis de los refugiados sirios, pasando por alto, por supuesto y por ejemplo, el gravísimo caso de legionela que afectaba, aquí al lado en Manzanares, a casi 250 personas y provocaba la muerte de cuatro de ellas. El caso es salvaguardar y ocultar las evidentes carencias y negligencias en esta, y otras materias, en las que el bipartido PSOE/Podemos lleva incurriendo desde que decidieron pactar con el único objetivo de desbancar al PP del Gobierno regional.
Pero si hay algo ya que clama al cielo y que califica ya de por sí a la, repito, Plataforma en Defensa de la Sanidad de Cuenca, es su ataque sin rubor alguno a la libertad de prensa y al derecho de los ciudadanos a ser informados. Estos defensores de la ciudadanía consideran que cinco días sin calefacción en un hospital público es una incidencia que hay que ocultar y que quien la haya sufrido tiene que aguantarse y, sobre todo, callarse porque ahora quien gobierna son los socialistas y podemitas. Incalificable. Arremeter contra los medios de comunicación y su función de informar es un signo inequívoco del gran talante democrático que exhibe esta Plataforma y, sobre todo, de su perspectiva neutral, desinteresada y despolitizada de la realidad sanitaria en nuestra provincia ¡qué duda cabe!
Atrás quedaron aquellos días en los que convocaban a los medios de comunicación a la puerta del Hospital y se servían de ellos para atender sus pataletas. Eso sí, aún les queda una posibilidad: puede que algún canal de televisión se ajuste a sus necesidades y les emita un programa del tipo ‘Aló Plataforma’… el experimento dio muy buen resultado en algún país sudamericano…