Llevamos varios días escuchando y leyendo declaraciones tanto de miembros del Gobierno de García-Page como de alguna diputada regional del PSOE, en las que sin ningún tipo de rubor se dedican a criticar la actuación que en materia de depuración realizó el anterior Gobierno de Cospedal.
Entre otras cuestiones, manifiestan que el Gobierno del Partido Popular paralizó la construcción de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), lo que, según ellos, ocasionó pérdidas millonarias y tachan nuestra gestión de “irresponsable”, pidiéndonos, como es el caso de la socialista Torralba, que demos un repaso a la gestión del Gobierno de la presidenta Cospedal.
Pues bien, reconozco que no soy una persona que precisamente se caracterice por hacer caso a lo que dice esta diputada pero, sin que sirva de precedente, en esta ocasión me voy a lanzar a dar el “repaso” que solicita el PSOE a la gestión del Gobierno del PP en materia de depuración.
Cuando Torralba habla de “perjuicios”… Lo primero y más importante: el tremendo perjuicio que causó el Partido Socialista a la economía de Castilla-La Mancha después de 28 años de gobierno, en el que el despilfarro y el autobombo eran sus principales premisas y en el que la quiebra y la ruina fueron, lamentablemente, su pésima herencia.
Y así, cuando llegamos al Gobierno de Castilla-La Mancha la situación real superó a cualquier previsión inicial. La Entidad Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha (IACLM), dependiente de la Consejería de Fomento del anterior Gobierno de Barreda arrastraba una deuda de más de 500 millones de euros, que se hubiera incrementado en unos 100 millones más de haber continuado con la política anterior.
Obviamente, la situación económico-financiera de esta Entidad, unida a la tremenda deuda que la Junta arrastraba y los miles y miles de facturas sin pagar que dejó el PSOE, obligó a suspender temporalmente la mayor parte de las obras, en la gran mayoría de los casos, a petición de los propios empresarios. Empresas a las que el Gobierno de Barreda había dejado de pagar desde el mes de julio de 2010 mientras éstas habían continuado ejecutando las obras ‘a su costilla’ sin recibir desde entonces ni un solo euro por el entonces Ejecutivo socialista.
¿Recuerda esto, señora Torralba? Porque como usted comprenderá, cuando el PP llegó al Gobierno, los empresarios no estaban precisamente contentos y podemos utilizar el símil, y no tan símil, de que aporreaban nuestra puerta reclamando la deuda que el Gobierno del PSOE les había generado.
¿Quién ha sido entonces, dirigentes del Partido Socialista, el que causó pérdidas millonarias en materia de depuración, igual que en otras muchas áreas? Sin duda, el PSOE. Y puestos a seguir la doctrina de Carmen Torralba, el Sr. Barreda y, por ende, ahora el Sr. Page, deberían poner de sus bolsillos esos 500 millones de euros.
Pero es que esta situación dantesca no acaba aquí. Además de los empresarios, nos encontramos a los ayuntamientos en pie de guerra: unos porque pese a haber firmado convenios con el Gobierno socialista para ejecutar y gestionar las depuradoras, nunca les llegaron (a pesar de que las necesitaban ya que muchos de esos municipios estaban siendo sancionados por las Confederaciones Hidrográficas, habiéndose iniciado por la UE proceso de infracción por incumplimiento de la Directiva sobre tratamiento de aguas residuales urbanas); y otros porque teniendo una depuradora ya en servicio veían como tenían que pagar un canon de depuración exorbitado, o bien por las deficiencias de las que adolecían las estaciones depuradoras, o bien porque no realizaron una adecuada planificación del sistema de depuración más conveniente para cada municipio, construyendo depuradoras con una capacidad y volumen excesivo para las necesidades de los municipios.
A pesar de este dramático escenario que nos encontramos, el Gobierno de Cospedal trabajó mucho para revertir esta situación, demostrando que a pesar de todo, con una buena gestión, con mucha responsabilidad y sin despilfarrar, sí se podía avanzar.
Y así lo hicimos. Entre otros logros, en poco más de dos años de legislatura, el Gobierno del PP consiguió reducir el endeudamiento de IACLM en 200 millones de euros, saneándose la situación que tenía este ente de derecho público. También retomamos, mal que le pese al actual Gobierno de Page, la ejecución de las obras en depuradoras, priorizando las actuaciones que estaban más avanzadas y aquellas inmersas en procedimientos sancionadores por incumplimientos de la Directiva y, a pesar de las dificultades económicas, se llegó a intervenir en la legislatura pasada en más de 120 estaciones de depuración, siendo por tanto absolutamente falsas las afirmaciones de la actual Consejera de Fomento en las que, sin el más mínimo sonrojo o vergüenza en faltar a la verdad, decía que el Gobierno del PP tan solo retomó una docena en el tramo final de la legislatura.
Por todo ello, y aunque solo he podido dar unas pequeñas pinceladas, yo me pregunto ahora ¿No será Carmen Torralba la que deba, primero, reconocer la pésima gestión del PSOE antes de 2011, y segundo, ahora que está en las Cortes informarse correctamente ‘en esta área antes de lanzarse al ruedo con sus críticas’?
¿No será la consejera del ramo, Elena de la Cruz, quien tenga que reconocer que lo verdaderamente ‘irracional’ es dejar 500 millones de euros de deuda en Aguas de Castilla-La Mancha, que lo tremendamente ‘irracional’ es embarcarse en compromisos con ayuntamientos aún sabiendo que no iban a poder asumirlos y que lo injustamente ‘irracional’ es el habernos encontrado depuradoras a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha que estaban ejecutadas en más del 70%, mientras que el Gobierno del PSOE solo había pagado el 10%?
Basta ya de faltar a la verdad. Dejen la falsedad, la demagogia y las declaraciones torticeras. Pónganse el mono de faena y trabajen de verdad. No busquen excusas. Ahora lo tienen mucho más fácil gracias a la situación económico-financiera más saneada que ha dejado el PP y que permite que más recursos públicos puedan ser utilizados en la ejecución de futuras inversiones.