Ante las gravísimas acusaciones vertidas hacia nuestro pueblo, Motilla del Palancar, y hacia nuestras gentes por unos lamentables y totalmente repudiados hechos (la tortura innecesaria, gratuita y fuera de todo reglamento de una vaquilla), ocurridos el pasado día 3 de septiembre, desde el Grupo Municipal de los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Motilla del Palancar queremos aclarar algunos puntos al respecto:
• Es totalmente injusto el trato vejatorio y generalizado que se está haciendo contra Motilla y todos los motillanos.
• Motilla del Palancar es un pueblo de trabajadores, de gente de paz y, por su naturaleza, profundamente amante de los animales y del respeto a la Ley y el orden establecido.
• Motilla del Palancar es un pueblo de hoy, un pueblo de emprendedores; un pueblo preocupado por su presente y por su futuro, sin olvidar su pasado y sus tradiciones.
• Motilla es un municipio abierto a todos los que han querido venir, ya sea para quedarse como emprendedor o trabajador, o bien han venido a conocer nuestras fiestas, nuestra gastronomía, nuestro entorno o sencillamente de paso (ya lo dice la letra de nuestro himno: ‘….posada de transeúntes, donde poder descansar…….fue camino real’).
Por todo lo anteriormente expuesto, desde el Grupo Popular condenamos rotundamente la tortura a la que se ha sometido a este animal. Una parte de la población motillana está a favor de los Festejos Taurinos (como parte ancestral de nuestra cultura y tradición) y otra parte no lo está. Pero todos, absolutamente todos, condenamos la tortura a la que se ha sometido a este animal y la insensibilidad de estos seres humanos que han llevado a cabo dicha barbaridad.
Un Gobierno municipal, sea de donde sea, y tenga el color o signo político que tenga, debe gobernar y ello incluye el no hacer dejación de sus funciones, y más la de la protección de nuestros valores más esenciales.
Es en este punto, donde exigimos una investigación que, en pocos días, ponga blanco sobre negro, aclarando qué es lo que ha sucedido y sirviendo a la vez para evitar que vuelva a ocurrir un hecho de similar envergadura, exigiendo las responsabilidades que procedan a los autores de estos actos, ya sea por acción o por omisión de funciones en estos desgraciados y lamentables hechos.