Comienza el curso escolar y, como cada inicio, se hace balance del curso pasado en base a las notas obtenidas. Tras el pésimo balance del Gobierno del señor Page en todos los ámbitos, se deben poner los deberes para un nuevo curso que, según lo vivido en éstos meses, difícilmente podrá remontar el muy deficiente obtenido en el recién terminado curso 2015-2016.
En el caso de Bienestar Social, su calamitosa gestión, valorada así tanto por Plataformas, como por las propias entidades y los ciudadanos, presenta un ruinoso estado que evidencia una absoluta incapacidad por parte del Gobierno del PSOE y que lamentablemente está perjudicando a los sectores más vulnerables la sociedad conquense.
En relación a los mayores, a escasas fechas de conmemorar su Día Internacional el 1 de Octubre, realmente no hay nada que celebrar y sí mucho que lamentar. Como ya hemos denunciado, las Viviendas de Mayores siguen sin existir para el Gobierno de Page, así como la Convocatoria de Ayudas Económicas para los mayores con recursos más limitados, como así sucede con las personas con discapacidad. Las prestaciones económicas apoyan, económicamente, la adquisición o adaptación de vehículos a motor, ayudas al transporte, adquisición ayudas técnicas como audífonos, gafas, lentillas, apoyo para la recuperación de deficiencias ortondóncicas, etc…
En cuanto al Servicio de Ayuda a Domicilio, recurso esencial para ambos colectivos antes citados, la desastrosa gestión centrada en trucos que ya no cree nadie, pone en riesgo una atención que sobrevive gracias a los ayuntamientos. Los impagos a los recursos residenciales han sido y son una constante, así como la cobertura de personal en los que la gestión es pública, alarmando también a todos los sindicatos.
Si nos ponemos a hablar de Dependencia, solamente habría que recordar la avalancha de denuncias habidas hasta la fecha, las reiteradas peticiones de dimisión a todos los altos cargos de la Consejería de Bienestar Social, incluida su titular, las amenazas de movilizaciones y, lo que es realmente importante, los 3.559 dependientes que no están ni valorados, muchos de ellos fallecidos sin haber sido visitado por un valorador, los 24.554 con grado reconocido y con derecho a recibir alguna prestación o servicio sin atender, los más de 16.000 siguen esperando que éste Gobierno les revise su expediente, y 2.920 prestaciones económicas menos cuando, a nivel nacional, éstas prestaciones llevan 6 meses aumentando.
En concreto, para que se pudiera cumplir la promesa electoral del señor Page con los dependientes, tendríamos de esperar ocho años, puesto que el aumento entre solicitudes presentadas y valoradas va cada mes más en aumento ya que, en estos momentos, hay un 132% más de dependientes desatendidos que los que reciben alguna prestación o servicio. Con estos datos, no hace falta decir nada más.
Por su parte, las Entidades Sociales que atienden a las familias y los menores de Castilla-La Mancha afrontan la fase final de éste 2016 habiendo sufragado absolutamente todos los gastos de sus intervenciones, de gran complejidad e imprescindibles para la protección de los menores y sus familias, habiéndose olvidado el Gobierno de Page que la competencia de la Junta, en ésta y otras materias, es total.
Las Ayudas de Emergencia Social y los Ingresos Mínimos de Solidaridad siguen retrasando tanto su tramitación como sus pagos, enfrascada la Consejería que encabeza Aurelia Sánchez en seguir creando procedimientos que entorpecen aún más la gestión y alargan un pago que, a todas luces, tiene que ser inminente. Eso sí, a los representantes socialistas de este nefasto gobierno se les sigue “llenando la boca” hablando de una Renta Mínima que no existe y que acordaron con PODEMOS, cómplice necesario para seguir manteniendo ésta red clientelar de asesores y cargos inútiles. Seguramente, las ayudas de pobreza energética, después de su fracaso inicial, volverán a sacarse a la palestra para poder cuadrar unos números que no eran reales.
Incluir a los Servicios Sociales de Atención Primaria como motor y base de todo el sistema público así como a los Proyectos PRIS, donde en muchos municipios todavía no tienen constancia de su existencia, es un recordatorio de lo que se vive en el día en una Consejería de Bienestar Social que dedica todos sus esfuerzos económicos y técnicos en la propaganda vacía y en la publicidad engañosa.
Por todos estos asuntos, como ya se ha alertado desde el Partido Popular en numerosas ocasiones, la preocupación por el gravísimo deterioro de los Servicios Sociales de nuestra región y de nuestra provincia va en aumento en la medida que la Consejería va avanzando en un supuesto “modelo de Servicios Sociales”, que puede suponer su destrucción si no fuera por el esfuerzo decidido de los ayuntamientos, las Plataformas y las entidades sociales, únicos que apuestan de forma decidida por las personas y familias.