Cuando afrontamos los primeros días de un 2018 con la esperanza de que este nuevo año se vean cumplidos los objetivos y metas que, con mucha ilusión, nos hemos propuesto, es inevitable echar la vista atrás y recordar lo que, un caducado 2017 nos deparó y lo que supone como prólogo a lo que debemos afrontar en esta recién nacida aventura que es el nuevo año.
Y en materia de Servicios Sociales, uno de los principales pilares de lo que la ciudadanía entiende como Estado del Bienestar, todos los castellano manchegos tenemos que lamentar y sufrir lo que este gobierno regional, presidido por un presidente cada día más radicalizado y sectario, ha tenido a bien premiarnos en cada hoja del calendario del año que se fue.
Lo iniciábamos con la confirmación de la eliminación sistemática de procedimientos, estrictamente técnicos, en la tramitación de las Ayudas Económicas de Emergencia Social y en el Ingreso Mínimo de Solidaridad y que tiene, como principales perjudicados, a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Resultaba evidente, como denunciábamos, que al nefasto Gobierno de Page le sobraban la objetividad, lo ecuánime y el carácter científico de las intervenciones profesionales. Las contradicciones en las cifras facilitadas a la hora de “maquillar” las Ayudas de Pobreza Energética entre el Delegado de la Junta, Godoy, y la Directora Provincial de Bienestar Social, López, aumentaban el bochorno de la gestión de las ayudas económicas más directas, dirigidas a las personas y familias con más necesidad.
Conocimos que, si hay un record, muy seguramente nacional, del que este gobierno regional ha convertido en protagonista a nuestra querida provincia es, sin duda, que Cuenca y en concreto la Dirección Provincial de Bienestar Social es líder sin rival en la concesión de las conocidas como Comisiones de Servicio. Lo que para todos es una clara vulneración de los principios de igualdad, mérito y capacidad en la prestación en los servicios en la Función Pública, para el dúo Godoy-López, este dudoso honor es su principal instrumento de gestión, quizás el único, teniendo así la ocasión de “bendecir y premiar” a los que, según su particular concepto del rigor y la justicia, merecen la oportunidad que solo ellos brindan.
4.500 dependientes que fallecieron esperando a ser reconocidos, más de 6.400 personas sin valorar su situación de dependencia, 12.000 en el llamado limbo de la dependencia, más de 34 millones de euros presupuestados y no gastados, entre otros “méritos”. Hablar de la atención a personas en situación de dependencia, es hablar de la “joya de mi gobierno” tal y como Page afirmó en sus primeras declaraciones como presidente regional. Es, sin discusión, donde ha recibido los mayores “reconocimientos y premios”, demostrando un denodado esfuerzo por destruir y manipular, atentando contra los dependientes y sus familiares, los que verdaderamente les cuidan y atienden.
Tal y como denuncia la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia en Castilla-La Mancha, otrora muy loada por Page, no pueden esperar a que el presidente salga de ese “mundo de Matrix, flotando entre la moqueta del Palacio de Fuensalida y el coche oficial”. Pues bien, esta misma organización ha otorgado, por abrumadora mayoría el premio “Gente sin alma 2017” a Don Emiliano García Page, compartiendo pódium con la Consejera de Bienestar Social, Doña Aurelia Sánchez y la Directora General competente en materia de Dependencia, Doña Ana Saavedra. La citada Plataforma y sus miembros más destacados, a cambio de poner en conocimiento que los datos eran cocinados por parte del Gobierno regional, han sido objeto por parte de Page y de su rencoroso gobierno de la campaña de descrédito más potente posible, recordándole a todos los que son capaces de alertar sobre una realidad que dista mucho de la publicitada, que lo acabarán pagando.
Muy vinculada a la Dependencia, podemos apuntar, brevemente, la trayectoria de lo que ha sido el Servicio de Ayuda a Domicilio, sumido en el más absoluto caos sino fuera por los esfuerzos que los ayuntamientos, que seguimos manteniendo un servicio esencial para nuestros vecinos. Acostumbrados a los anuncios tramposos y falsos de este nefasto gobierno, lo que este 2017 escondía realmente era un brutal recorte de las horas que se conveniaban con los ayuntamientos, atacando a la confianza mutua entre administraciones y hacia los que habían mantenido, con enorme sufrimiento y dedicación, tanto la atención a sus vecinos como los puestos de trabajo asociados al servicio. En la parte final del año, Page nos quería seguir sorprendiendo y perpetraba un nuevo ataque, que dura ya meses, a los usuarios y demandantes de este servicio, cerrando de forma real la gestión del Servicio de Ayuda a Domicilio todo ello, como es costumbre, de forma clandestina y a espalda de los ayuntamientos. Nada cambia.
En cuanto a recursos residenciales, en una provincia como la de Cuenca que encabeza a nivel regional el número de Viviendas de Mayores nuestro orgullo es inversamente proporcional al interés que demuestra nuestros actuales gobernantes regionales. Durante todo el pasado año se siguió sufriendo la asfixia económica a la que nos tienen sometidos a los ayuntamientos, que seguimos apostando por la prestación de los Servicios Sociales y, en un reconocimiento público de la terrible situación que estaba viviendo este recurso, la diputada regional por el PSOE, Carmen Torralba, anunciaba los primeros pagos a los ayuntamientos ¡el día 19 de diciembre de 2017!
Similar situación sufren los centros residenciales gestionados por las distintas administraciones que, en un nuevo alarde por “defender lo público” quedaron fuera del Acuerdo Marco, nacido por el Gobierno presidido por María Dolores Cospedal. Un acuerdo que tenía una vigencia plurianual, se comprometía la financiación de la administración autonómica, favoreciendo la iniciativa de las empresas y las entidades públicas, hoy despreciadas y relegadas, pudiendo incrementar el número de plazas conveniadas con la Junta, muchas de ellas en el ámbito rural y con personas mayores cuyos ingresos no le permitían poder optar a una plaza residencial privada en su entorno más cercano. Hoy ese futuro no existe ¿Quieren ustedes más ejemplos del compromiso de Page con nuestros mayores?
Recordar cómo se encuentran los Programas de Integración Social, abandonados a su suerte, el supuesto nuevo modelo de Servicios Sociales que de forma recurrente se nos anunciaba y que ha desaparecido de la publicidad institucional, de las ayudas técnicas para personas con discapacidad o dependencia que son inexistentes o no adecuadas, se convierten en ejercicios que, a pesar de entristecernos como representantes públicos y ciudadanos de ésta gran región, nos acercan muy gráficamente en lo que este gobierno y el de los que apoyan se está dedicando: a “vaciar el alma” de nuestra comunidad.
Poner más ejemplos significa hablar de lo que, a pesar de haber sido anunciado, publicitado, presumido y comprometido de todas las formas posibles y que, finalmente no se gastó y se perdió. A los escandalosos 34 millones de euros sin gastar en Dependencia que ya mencioné se unen, entre muchas, los más de 4 millones sin gastar en prestaciones a familias numerosas, los más de 4 millones sin gastar entre el Ingreso Mínimo de Solidaridad y en las Ayudas de Emergencia Social, 2 millones más en Ayuda a Domicilio, etc. No sigo pues no es mi deseo cansarles ni escandalizarles más aún. En total, casi 100 millones sin poner en marcha que demuestran la incapacidad más absoluta para poder desarrollar su propio presupuesto y que va dirigido a los colectivos más sensibles de nuestra sociedad.
Como epílogo a su “brillante 2017” el señor Page, con su habitual escenografía, nos anunciaba el inicio del anteproyecto de Ley de Protección y Apoyo Garantizado a las personas con Discapacidad, una de las medidas según declaraba “con más espíritu y más alma que mi Ejecutivo va a poner en marcha ésta Legislatura”. Sinceramente, deseamos, por el bien de todos los colectivos sociales y de todas las personas que precisan de unos Servicios Sociales de calidad, que no sea el alma de quien la ha perdido y ha sido “brillantemente premiado por ello”.