Tres años y medio de Gobierno de Page y treinta años de gobiernos socialistas en Castilla-La Mancha han servido para comprobar que las infraestructuras educativas de Cuenca adolecen de una falta de inversión prolongada a lo largo de muchos años. Falta de inversión que se ha evidenciado con toda crudeza en los años de crisis económica y que ahora se hace todavía más visible en muchos colegios e institutos de nuestra provincia, que en varios casos han tenido que ser desalojados por falta seguridad para el alumnado.
Tres años y medio de Gobierno de Page que han estado plagados de anuncios de en infraestructuras educativas en diversos pueblos de Cuenca, muchos de ellos hasta incluidos en los Presupuestos regionales de 2016, 2017 y 2018 pero prácticamente sin ejecutar. Porque en la mayoría de los casos se han quedado en eso, en falsas promesas, en titulares y en fotos en los medios de comunicación. ¿Por qué sino en tres años y medio no hemos asistido en Cuenca a ningún acto donde se celebre la terminación de una obra educativa de relevancia?
Pero claro, queda muy bonito vender año tras año inversiones educativas en nuestra provincia. Sin embargo, la realidad es que las inversiones son escasas, los centros educativos son antiguos y están muy deteriorados y, por si faltaba algo, algunos de ellos están sin barrer, como ha denunciado un sindicato.
En mis treinta años de docente he podido visitar varios centros educativos de otras provincias de nuestra región y cuando los comparaba descubría que disponían, en su mayoría, de mejores equipamientos e instalaciones más modernas, cuando en Cuenca aún no teníamos ni pizarras digitales o carecíamos de los equipamientos acordes y actualizados para las enseñanzas de Formación Profesional que teníamos que impartir. En Cuenca es evidente que no hemos avanzado al mismo ritmo, y buena prueba de ello es el estado de gran parte de los colegios de nuestra capital y provincia, casi todos del siglo pasado. Es por lo que cabe preguntarnos: ¿Por qué tienen que ser los alumnos de la provincia de Cuenca los grandes perjudicados? ¿Qué le hemos hecho los conquenses a Page para que Cuenca haya sido y siga siendo la gran olvidada?
Y es que, si el año pasado la provincia de Cuenca fue noticia por la falta de profesores a inicio de curso (en octubre todavía no se habían cubierto 62 plazas docentes) y por los constantes problemas de calefacción por la nula planificación en el cambio de las calderas en varios centros educativos (por cierto, veremos ahora que llega el frio qué pasa), este curso vamos despuntando por las deficiencias en colegios e institutos, todas ellas fruto de tres desatinos fundamentales: la escasísima inversión en acondicionamiento y mejora de los centros educativos, la falta de planificación y ejecución de las escasas obras y el engaño sistemático al que han sometido a la comunidad educativa prometiendo obras desde 2015, presupuestadas todos los años pero sin ejecutar prácticamente en ninguno.
La minúscula inversión del Gobierno de Page en acondicionamiento la vemos en casos concretos. Por ejemplo, Mota del Cuervo: ¿Por qué la Junta ha sido incapaz de invertir -recordemos que tienen este año 1.012 millones de euros más en su Presupuesto- en la reparación de las paredes de los baños el Colegio Virgen de Manjavacas, que están apuntalados y prohibida su entrada por la peligrosidad que entraña? ¿Por qué la Junta ha sido incapaz de invertir en los alerones de la fachada del Instituto Julián Zarco, que suponía un riesgo para los alumnos y para los viandantes porque ésta se caía a trozos?
Pero es ahora, después de las continuas denuncias públicas de las familias de los alumnos, del PP e incluso de IU, cuando se han visto obligados a solucionar estos graves problemas, aunque solo sea por quedar bien de cara a la galería, porque claro está que si tuvieran voluntad política, esto se había solucionado mucho antes.
La falta de planificación y la nefasta ejecución de las pocas obras que está realizando el Gobierno de Page se ejemplifica en San Clemente y en Sisante, en ambos casos obras que llevan presupuestando los años 2016, 2017 y 2018 y que por fin -a meses de unas elecciones, ¡claro está!- se adjudicaron a primeros de julio con un plazo de ejecución de dos meses para San Clemente y tres para Sisante, y que cuando empezó el curso estaban prácticamente sin empezar.
¿Acaso los responsables de la Junta no son conscientes de que hay determinadas obras que se deben realizar cuando los centros educativos están vacíos, en los meses de verano, para que el alumnado no corra ningún riesgo, y después se puedan impartir clases con total normalidad? ¿No deberían haber demostrado mayor diligencia y haber empleado durante julio y agosto a un mayor número de operarios para realizar las obras y terminarlas en plazo? Y en caso de no llegar a tiempo, ¿no tendrían que haber previsto un plan alternativo hasta que se finalizaran las obras y así evitar poner en peligro a los niños?
Porque ha llegado septiembre y éstas no estaban, ni de lejos, terminadas. Y sino, que se lo digan a los familiares de los 150 niños de entre 3 y 5 años que tuvieron que ser desalojados del Colegio López de Haro de San Clemente por las inundaciones y por no poder garantizar la seguridad de los menores. O que se lo pregunten a los alumnos del Colegio Fernández Turégano y el Instituto Camino Romano de Sisante que reciben clases con el ruido de las obras, que están sin biblioteca y que conviven en el patio con andamios, palés y hormigoneras. Obras que los propios responsables educativos de la Junta prometieron in situ que estarían finalizadas a inicio de curso.
Y aquí llegamos al capítulo del engaño sistemático a la comunidad educativa, a los continuos anuncios sobre las infraestructuras tan necesarias para nuestra provincia y al invento del PINED, que ha servido únicamente al Gobierno de Page para dar los mismos titulares cada inicio de curso durante los últimos tres años ¿Pero a quién quieren engañar a estas alturas?
Algunos ejemplos significativos podrían ser los siguientes:
• Colegio Valdemembra de Quintanar del Rey: presupuestado en 2016 con 1.500.000 euros que nunca se llegaron a ejecutar, presupuestado en 2017 con 910.000 euros sin tampoco ejecutar y presupuestado en 2018 con 2.135.630 euros. Sin embargo, en agosto de 2017 anunciaron las obras (con visita ‘ex profeso’ del portavoz del gobierno de Page), en septiembre de 2017 publicitaron su licitación por importe de 650.000 euros y el 16 marzo de 2018 la plana mayor del Gobierno regional, con Page, Guijarro y Felpeto a la cabeza, pusieron la primera piedra de la primera fase con una inversión de 469.285 euros. Resumiendo, en tres años se ha presupuestado para esta obra 4.545.630 euros y solo sabemos que se ha empezado la primera fase por valor de la décima parte de esta cantidad. Y el resto, ¿dónde ha ido a parar?
• Colegio Princesa Sofía de Minglanilla: presupuestado en 2016 con 1.000.000 euros sin ejecutar, en 2017 con 840.000 euros sin ejecutar y en 2018 con 585.000 euros. En septiembre de 2107 anunciaron que la Junta daba luz verde a estas obras con un presupuesto de 585.255 euros; en 20 de diciembre de 2017, Guijarro anunció in situ la adjudicación de las obras por 500.000 euros y prometió que estarían finalizadas el curso 2018/19. Otra vez la misma maniobra socialista: presupuestada la cantidad de 2.425.000 euros y adjudicada la primera fase de la obra por al más de 500.000 euros, ¿dónde ha ido a parar el resto del dinero presupuestado para este Colegio? Una gran incógnita.
• Gimnasio del Colegio Virrey Núñez de Haro de Villagarcía del Llano: presupuestado en 2016 con 340.000 euros sin ejecutar, en 2017 con 480.000 euros sin ejecutar y en 2018 con 330.190 euros. Es el 16 de marzo de este año -conocido ya como ‘el Día de la Primera Piedra’- cuando Page visitó también Villagarcía para anunciar el inicio de las obras con una inversión de 280.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Sumemos otra vez: 1.150.190 euros presupuestados, 280.000 euros invertidos.
• Gimnasio del Colegio Fray Luis de León de Belmonte: presupuestado en 2016 con 310.000 euros sin ejecutar, en 2017 con 240.000 euros sin ejecutar y en 2018 con 328.940 euros. Se licitó y publicitó el 7 de noviembre de 2017 y el mes pasado aún no se había adjudicado ¿Para qué tanto anuncio si no son capaces ni siquiera de adjudicar las obras?
• El Gimnasio del Colegio Federico Muelas de Cuenca, prometido a los padres en 2017 por el Gobierno de Page aun sabiendo que no había presupuestado ni un euro, y finalmente incluido en las Cuentas de 2018 con 169.010 euros, pero se va terminando el año sin ejecutar. ¿A estas alturas extraña a alguien?
• El IES Alfonso VIII de Cuenca, el gran olvidado de los gobiernos socialistas y que según Felpeto debería estar funcionando este curso. El mismo que se quedó paralizado en 2010 por los continuos impagos de Barreda y que finalmente el PP, ya en la Junta, tuvo que pagar como muchas otras obras se quedaron empantanadas como el Colegio La Paz o el Duque de Riánsares de Tarancón.
En definitiva, mucho dinero inicialmente previsto para la provincia de Cuenca pero que no ha llegado ni una décima parte de todo lo prometido y presupuestado en tres años. ¿Esto no es ningunear a Cuenca?
Y todo esto sin obviar una característica común en ellos: ¿Quién gobierna en la mayoría de estos pueblos, en los que al menos ha llegado un mínimo de inversión? Sí. Correcto. El Partido Socialista.
Pero no pensemos que la falta de inversión solo afecta a las infraestructuras, lo sorprendente es que atañe también a la limpieza de colegios e institutos porque el Gobierno de Page amortiza plazas de personal laboral y no cubre las vacantes que se producen. Esta vez han sido los sindicatos los que han denunciado que centros educativos como el Instituto Los Sauces de Villares del Sanz ha estado dos semanas sin limpiarse por falta de personal. ¿Qué explicación tiene Page para justificar que este centro con 8.500 metros cuadrados lo tenga que limpiar una sola persona? ¿Qué ha pasado con la plantilla de personal laboral que era de tres jornadas completas y una media para quedar solo en una?
En resumen, y como comenzaba estas líneas, tres años y medio perdidos para decenas de centros educativos de Cuenca que solo requieren la atención y la voluntad política de un gobierno serio y responsable que, si hubiera puesto verdadero interés, podría haber avanzado mucho y haber hecho grandes mejoras en las infraestructuras de nuestra provincia. Pero no. Obras a medias y colegios sin barrer.