Cada día que pasa, la sociedad de Castilla-La Mancha (como la de tantos otros lugares comunes) precisa ser más reflexiva al optar por sus representantes políticos porque estos son, también, gestores económicos de su patrimonio común y de su deuda, de las posibilidades, en suma, de su futuro (inmediato y no): gestores económicos que, si realmente lo fueran, deberían comprender suficientemente cuáles son las posibilidades reales de gasto e inversión antes de decidir sobre ellas, gestores económicos que, priorizando las necesidades de los distintos territorios y ciudadanos en términos de solidaridad y capacidad de retorno, deberían saber trazar estrategias políticas (no sólo económicas o ideológicas) sin hipotecar el futuro de la comunidad autónoma, hasta hacerlo incompatible con su progreso.
Ya basta de contemplar, como si fuera normal, la alternancia de políticas económicas distintas (asociada cada una a distintos signos políticos) cuando una de ellas demuestra ser imprudente y carecer de rigor, irresponsable, y además soportar como es precisamente esta la que se arroga la supuesta “superioridad moral” de la izquierda; porque la irresponsable gestión del patrimonio común (incluida la deuda) merma, hasta anular, la capacidad de progreso.
De acuerdo a los datos que exponemos a continuación, la situación económica de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha alcanzado en la actualidad un nivel de riesgo tan alarmante, que derivará en improbable recuperación si sus gestores actuales (sus políticos gobernantes) no demuestran consciencia de la situación actual y abandonan el “optimismo irracional” y la demagogia que, lamentablemente, han venido caracterizando en asuntos económicos a los sucesivos equipos de gobierno socialistas; basta conocer, en referencia a la afirmación anterior, cuál ha sido la evolución de la situación económica en las últimas legislaturas autonómicas, y asociarla a sus distintos equipos de gobierno:
• El endeudamiento de la JCCM se ha incrementado, en los últimos 12 años, un 704% (13.000 millones de euros), hasta llegar a los 14.714 millones de euros actuales.
• Una deuda por cada castellano manchego de 7.255 euros (que, en 2007, era de 913 euros), lo que supone un 159% del presupuesto autonómico.
El endeudamiento se incrementó:
• Un 457% en la legislatura 2007-2011 (presidida por José María Barreda-PSOE).
• Un 38% en la 2011-2015 teniendo que atender 5.300 millones de euros de facturas sin pagar (presidida por María Dolores Cospedal-PP).
• Un 44% en la 2015-2019 (presidida por Emiliano García Page-PSOE).
El año 2011 (como consecuencia de los últimos “coletazos” de la legislatura presidida por José María Barreda) se ejecutaron 525 millones de euros más de lo presupuestado en gastos de personal, 800 millones de euros más en gastos corrientes, 150 millones de euros más en intereses de deuda, 200 millones de euros menos en inversiones y, lo que fue especialmente grave, dicha legislatura dejó a la JCCM con una “necesidad de financiación” de 3.750 millones de euros, al borde del colapso.
Por el contrario, en el año 2012 (ya con el gobierno del PP en la JCCM) los gastos de personal bajaron más de 700 millones de euros, los gastos corrientes más de 1.000 millones de euros y, aun cuando fue preciso pedir 5.300 millones de euros para poder atender las facturas pendientes de pago que se dejaron en la legislatura anterior (gobernada por el PSOE), la “necesidad de financiación” de la JCCM bajó a 1.300 millones de euros (2.450 millones de euros menos que el año anterior).
En el año 2013 volvieron a reducirse los gastos de personal más de 150 millones de euros y los gastos corrientes más de 60 millones de euros, manteniéndose más o menos estables dichos datos en los años 2014 y 2015.
En la última legislatura 2015-2019 (de nuevo con el gobierno del PSOE en la JCCM), vuelven a subir los gastos de personal en 234 millones de euros y bajan las inversiones.
Abundando en los datos, esta vez referidos a la última legislatura municipal 2015-2019 (presidida por el PP), la situación económica del Ayuntamiento de Cuenca presenta en la actualidad un nivel de riesgo bajo o, en cualquier caso, sensiblemente menos alarmante que el autonómico (todo ello pese a que partía, en 2015, de una situación de grave riesgo financiero): el endeudamiento del Ayuntamiento de Cuenca se ha reducido, en los últimos 4 años, un 19,23%, hasta llegar a los 63 millones de euros actuales -una deuda por cada conquense de 1.166 euros-, lo que supone un 108% del presupuesto municipal; si bien es evidente que la ciudad de Cuenca presenta una gran dependencia de la aplicación de mecanismos de solidaridad que equilibren por fin el tratamiento que ha recibido históricamente en el contexto de la comunidad autónoma.
Conviene también asociar (y comparar) a cada una de las administraciones, autonómica y municipal, cuál ha sido la ejecución de su último ejercicio económico (con igual, por coetáneo, contexto económico): los intereses que paga la JCCM por su endeudamiento suponen 214 millones de euros anuales, lo que supone un 2,3% del presupuesto autonómico; la cuantía que destina la JCCM para amortizar la deuda es de 1.808 millones de euros, lo que supone un 19,6% del presupuesto autonómico.
Paralelamente, la JCCM sólo destina un 2,1% de su presupuesto a inversiones (de lo que se deduce la parálisis en las inversiones de toda Castilla-La Mancha y, especialmente, de las inversiones realizadas en nuestra capital).
Los intereses que paga el Ayuntamiento de Cuenca por su endeudamiento son inferiores a 1 millón de euros anuales, lo que supone un 1,6% del presupuesto municipal; la cuantía que destina el Ayuntamiento de Cuenca para amortizar la deuda es de 7 millones de euros, lo que supone un 11,4% del presupuesto municipal.
Paralelamente, el Ayuntamiento de Cuenca destina un 10,3% de su presupuesto a inversiones (quintuplicando las inversiones de la JCCM en razón a su presupuesto).
Como consecuencia de los datos expuestos, la situación actual de ambas administraciones (de la que han de partir necesariamente sus respectivos presupuestos) es bien distinta: mientras que el Ayuntamiento de Cuenca presenta una situación delicada (aun cuando conserva una “capacidad” de financiación de más de 3 millones de euros), la JCCM presenta una situación muy grave (con la “necesidad” imperiosa de 309 millones de euros), lo que avoca a esta última a la banca rota o quiebra si no se toman medidas drásticas y responsables.
En este contexto, es difícil creer que la JCCM vaya a realizar inversiones en nuestra ciudad cuando en su presupuesto para 2019 sólo dispone de 195 millones de euros para todo el territorio de Castilla-La Mancha, cuando actualmente está destinando más dinero a pagar intereses (214 millones de euros) que a inversiones, cuando necesita casi 2.000 millones de euros anuales de nuevo endeudamiento para poder cuadrar el presupuesto del ejercicio actual, cuando (en paralelo, por poner solo un ejemplo) ha considerado prioritario tener un ente público como RTVCLM con un presupuesto de más de 42 millones de euros (casi el presupuesto del Ayuntamiento de Cuenca), etc.
Tiene mala pinta, incluso diríamos que nos han “tomado” y quieren seguir “tomándonos el pelo”.
Ya solo quedan siete días de oscuridad, fecha tope que tiene la JCCM para presentar los Presupuestos de 2020 en las Cortes (01 de octubre de 2019) para conocer si la administración autonómica demuestra consciencia de la situación actual y tiene capacidad para adoptar una estrategia económica justa y viable, y para demostrar, finalmente, de qué forma prevé resolver en sus presupuestos, esta vez respecto a nuestra ciudad, las anunciadas ventajas derivadas de la coincidencia del signo político entre las administraciones autonómica y municipal; no lo duden, querremos reconocerlo de producirse.
En caso contrario, de no verse refrendadas las promesas electorales de los señores García Page y Dolz, de no ver cumplidos los compromisos del acuerdo firmado por el binomio 11PSOE + 6CNU, pediremos responsabilidades políticas y exigiremos a Isidoro la adopción de medidas que le permitan no seguir haciendo el ridículo ante sus más que engañados 6.250 votantes.
La deuda que cada vecino de Cuenca tiene con las administraciones de las que depende es de más de 33.000 euros (Ayuntamiento de Cuenca 1.100€/hab, Junta de Comunidades de CLM 7.500€/hab y Estado 24.400€/hab).