España tiene la gran suerte de contar con unos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado envidiables. Tenemos la certeza de que, pase lo que pase, hay unos grandes profesionales que están perfectamente preparados para reaccionar ante cualquier situación de peligro y protegernos de las posibles amenazas que puedan comprometer la seguridad nacional.
Hoy celebramos el día de los Santos Ángeles Custodios, patrones de la Policía Nacional, un día especial en el que no debemos dejar pasar la oportunidad de agradecerles el trabajo diario, muchas veces callado, de protección y custodia de los españoles. Ellos, los agentes de la Policía Nacional y del resto de cuerpos dedicados a la protección nacional, sí que son nuestros auténticos ángeles custodios.
Esos agentes, personas como nosotros, velan por el cumplimiento de las leyes; investigan los delitos; previenen la delincuencia y colaboran con los servicios de Protección Civil en caso de catástrofe natural en los que se necesite su ayuda. Unas labores que los convierten en un pilar fundamental para el funcionamiento de una sociedad moderna, democrática y civilizada.
Pero, lamentablemente, hoy nos toca vivir una época en la que la falta de razonamiento, la ceguera política y la sinrazón hacen que se falte al respeto a estos profesionales y se les denigre como personas. Lo vemos cada día con algunos políticos de Cataluña, que quieren prescindir de la labor esencial que lleva a cabo la Policía Nacional en un territorio que no deja de ser una parte de nuestra patria común: España.
En el Partido Popular de Castilla-La Mancha lo tenemos rotundamente claro, tan claro que ya presentamos en el mes de noviembre de 2017, tras los lamentables hechos del 1 de octubre en Cataluña, una iniciativa parlamentaria en las Cortes Regionales en defensa de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Una iniciativa en la que no recibimos el apoyo del PSOE de Castilla-La Mancha, a pesar de que cuando llegan las elecciones, pregonan en redes sociales lo contrario.
Solo buscábamos el reconocimiento a unas personas que emplean su dedicación plena en nuestra defensa; que arriesgan, en muchos casos, sus vidas por protegernos, y que necesitan, por todo ello, nuestro apoyo. Solo pedíamos que se equiparasen sus condiciones laborales a las de todos los demás cuerpos de seguridad del Estado, y nos encontramos con la oposición del partido que hoy está en el Gobierno.
Pero hoy, insisto, es un día de celebración, de agradecimiento y de reconocimiento a todos esos agentes de Policía Nacional que trabajan sin descanso por nosotros, por nuestra tranquilidad y seguridad.
A todos ellos, gracias de corazón.