Tenemos motivos suficientes para sentirnos orgullosos de formar parte de un gran país y de una gran nación que celebra hoy su Fiesta Nacional, una fecha histórica que rememora el Descubrimiento de América en 1492 y que estableció el encuentro de dos mundos, dos continentes, cuyo contacto ha transformado la vida tanto de europeos como de americanos.
Tenemos motivos para reivindicar la vigencia de una única bandera común a todos los españoles, una bandera que corona la construcción de un Estado de Derecho, cuyos cimientos se asientan sobre la pluralidad cultural y política de nuestra tierra y la integración de los distintos y diversos territorios en una misma monarquía.
Cobra especial sentido la celebración del Día de la Hispanidad en estas fechas y en este tiempo, en vísperas de una sentencia judicial que debe definir los límites de hasta dónde puede llegar el desafío secesionista de los representantes de una parte del territorio que trata de hacer saltar por los aires la soberanía nacional que, como establece la Constitución, pertenece al conjunto del pueblo español.
Más allá de sentimientos exacerbados en uno u otro sentido entre vecinos y ciudadanos de un mismo país, España se juega en estos momentos cruciales de la historia su propia identidad como Estado social y democrático de Derecho.
España es, hoy en día, un país moderno que ha alcanzando grandes cotas de bienestar social, empleo y crecimiento económico para sus vecinos. Esto ha sido posible gracias a un largo periodo de estabilidad política que la España de la Constitución de 1978 ha procurado para reivindicar y hacer valer los principios de justicia, libertad y convivencia. Y es precisamente el anhelo de estos tres principios, justicia, libertad y convivencia lo que queremos celebrar en este día, 12 de octubre.
Nuestro país ha superado dos grandes crisis económicas en su reciente historia, y lo ha hecho de la mano solidaria de todos los españoles, y lo ha hecho también posible porque España es un país que ha sabido consolidar el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular. Sin ley, no habríamos capaces de superar los grandes obstáculos que el reto independentista ha puesto en el desarrollo de la protección social y el desarrollo económico del conjunto de los españoles. Y es aquí donde merece un especial reconocimiento el esfuerzo y el trabajo de las Fuerzas Armadas, así como de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Policía Nacional y Guardia Civil -que en este día festeja precisamente a su Patrona, la Virgen del Pilar-, para la salvaguarda de los pilares de la soberanía nacional, pero también la de los derechos humanos, de la cultura y tradiciones de los españoles, así como sus diferentes lenguas y sus instituciones.
No puedo dejar de pararme en este punto para mostrar mi reconocimiento y gratitud en este, su día, a la Guardia Civil. Gracias por vuestra defensa de España y de los españoles, gracias por la certidumbre, por garantizar el mantenimiento del Estado de Derecho y hacer cumplir los principios constitucionales que rigen en nuestro país.
Tengo motivos para sentirme orgulloso de mi país al que venero como nación que, desde su espíritu constitucional, insta a promover el bien de cuantos la integramos en el ámbito de una sociedad democrática avanzada. Creo en una nación en la que todos cabemos, de concordia, solidaria, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Hay motivo para sentirnos orgullosos de España, la España de la convivencia y para celebrar su Fiesta Nacional.