La modificación que pretende el Señor Barreda con respecto a la Ley Electoral de Castilla-La Mancha es un atentado directo contra la democracia y un auténtico golpe de estado inadmisible para los ciudadanos de nuestra región. Todos los castellano-manchegos y conquenses deben saber que el anuncio del que dice defender los derechos de todos los ciudadanos, es fomentar una modificación de una ley a tres meses de las elecciones que perjudicaría gravemente a Cuenca.
Mire, señor Barreda, los conquenses estamos hartos de los agravios que durante 25 años nos ha hecho su gobierno socialista, años de marginación y olvido que han sumergido a Cuenca en un furgón de cola del que solo podrá salir cuando el Partido Popular gobierne la región tras las elecciones de mayo de 2007.
Es una auténtica traición lo que pretenden hacer los socialistas con nuestra provincia, al disminuir el número de diputados regionales que le corresponderían el reparto electoral. Es muy cobarde por parte de Barreda haber mencionado un posible cambio de esta ley tras el acuerdo unánime sobre el Estatuto de Castilla-La Mancha. Pero es más cobarde aún pretender hacerlo con absolutos fines electoralistas al saberse perdedor de las elecciones. Así, no, señor Barreda. Qué pasa, que como usted no gana el juego, con cambiar las reglas a su antojo, lo tiene resuelto. Esa es su forma de actuar, no sé porqué nos extrañamos.
¿Serán conscientes de la realidad de Cuenca, estos dirigentes? Sin duda, no saben nada de nuestra provincia. No quieren conocer que la nuestra, es la única provincia que no está comunicada con el resto, que carece de las infraestructuras necesarias y que posee graves carencias educativas y sanitarias. No lo vamos a consentir, no vamos a tolerar que nuevamente ustedes ninguneen a Cuenca y sus ciudadanos.
Este abandono perpetuo de más de 25 años, ha supuesto que se registre en Cuenca el menor crecimiento demográfico de toda la región, por lo que intentar disminuir la representación de los conquenses en las Cortes Regionales es un auténtico atropello. Es una desfachatez, señor Barreda, cambiar la Ley Electoral a estas alturas de la película, en una maniobra que parece más propia de regímenes anti-democráticos.