Francisco Javier Pulido ha conseguido hacer una lista de tal calidad, que Cenzano debe estar subiéndose por las paredes. Miren si el candidato socialista a la alcaldía de Cuenca está nervioso que ya no sabe ni a qué Comunidad Autónoma pertenece la ciudad por la que se presenta. Si se fijan en los carteles que han aparecido con el rostro de nuestro primer edil, caerán en la cuenta de que el logo que aparece en ellos es, ¡pásmense!, el del PSOE de Andalucía, y olé.
Pulido ha pasado esa difícil prueba de la confección de las listas electorales con sobresaliente "cum laude". Hay en la candidatura que encabeza, personas con mucha experiencia política, parlamentarios brillantes y profesionales de prestigio. Son los candidatos del PP personas que no necesitan de la política para vivir, gentes que han llegado a la política tras haber demostrado su valía profesional. Hay médicos, economistas, abogados, arquitectos, periodistas…, así como personas comprometidas con su barrio, ciudadanos de los que dan el callo en la defensa de sus vecinos. Este es un equipo dispuesto y preparado para gobernar.
Los que, como es mi caso, hemos sonado durante algún tiempo, quizá demasiado, como posibles integrantes de esa lista, no nos podemos sentir frustrados al no haberse cumplido nuestro deseo, porque los elegidos son, sin duda, los mejores. Al contrario, hemos de vernos representados en ese grupo de conquenses que formaran parte del próximo gobierno de nuestra ciudad.
Y ahora, a los que queremos ver al PP al frente del consistorio capitalino, a los que esperamos tener a Pulido como Alcalde, a los que peleamos por vencer al socialismo allá donde more, a los que pugnamos por la puesta en práctica de políticas liberales; a todos nos toca ponernos tras esa gran lista y a las órdenes de Pulido, para, juntos, conseguir el objetivo, que no es otro que lograr la victoria del PP.
Cenzano necesita, creo yo, una jubilación política anticipada, después de tantísimos años desvelándose por nuestros intereses; y el socialismo conquense está pidiendo a gritos una pasada por la oposición. Pues vamos a ayudarles.