El pasado 28 de abril, el Presidente de la Junta de Comunidades vino a Cuenca para anunciar, junto al Presidente de la Diputación Provincial e importantes cargos socialistas, que el Hospital se ubicaría en “El Terminillo”. Ávila habló también de un Palacio de Congresos, piscina, infraestructuras hoteleras y de una zona comercial. Incluso días después, ofreció la finca para hacer un nuevo pabellón polideportivo. Y el Sr. Barreda dijo que “la administración no habla, escribe”. A la vista del expediente de enajenación ha quedado constatado que la Junta no ha pedido a la Institución Provincial ni un sólo metro cuadrado de terreno para hacer el Hospital.
El Sr. Ávila no ha tenido la valentía política de plasmar en un acuerdo de pleno sus declaraciones públicas. Su voluntad inicial de “poner a disposición del Gobierno Regional de terrenos suficientes para la construcción de un HOSPITAL GENERAL PROVINCIAL UNIVERSITARIO y otros equipamientos: deportivos, guardería, hoteleros, culturales, etc.” (cita literal), se ha ido diluyendo durante la instrucción del expediente, quedando finalmente en la cesión para un “uso global dotacional sanitario y demás usos compatibles con éste”.
Probablemente, desde Toledo, le pusieron reparos al Hospital universitario, que no a la finca. Quizás le dijeran que un Proyecto de Singular Interés no puede amparar tan dispares pretensiones y de tan variopinta gestión. Sería una patata muy caliente, por eso, lo del cheque en blanco y estirar el plazo para la construcción hasta los quince años.
Existen más inconvenientes, como es no conocer la superficie exacta con la que se cuenta. Las más de cien hectáreas se podrían quedar en veinticinco útiles, sacando la depuradora de aguas residuales y una vez descontados los edificios, las instalaciones y afecciones de todo tipo. Si la Diputación quiere realmente hacer una piscina, pistas polideportivas y ‘spá’ o que el Consorcio de Instalaciones haga un pabellón polideportivo, ¿para qué cede todos los terrenos? Las aspiraciones de Ávila implican una operación urbanística de gran envergadura en una zona verde, más apartada que la propuesta por el Ayuntamiento de Cuenca, y podría contar con la oposición de otros partidos políticos y asociaciones ciudadanas que han sido ninguneadas.
Hoy ha quedado clara la verdadera intención del PSOE-Cuenca, era ganar al Ayuntamiento en la desigual carrera de la cesión de terrenos a la Junta. Ellos tirando con pólvora de Rey, a costa de los ayuntamientos de la provincia. Una carrera, que el Presidente empezó mucho antes de lo anunciado (aquí el Sr. Bustos calcula mal los 37 días) y en la que el PSOE, escondido detrás de la Junta, es también el árbitro. Mandó los topógrafos a “El Terminillo” y de la Diputación admitirá cualquier tipo y superficie de terreno, sin condiciones ni compromisos y sin importarle su viabilidad. Por el contrario, al Ayuntamiento de Cuenca le pide culminar la modificación puntual del Plan General, sabiendo que tal trámite conlleva una tramitación de varios meses.
Cuando el Partido Popular llegó al Ayuntamiento, descubrió el gran montaje electoral que se hizo a costa del Hospital. El convenio que firmó Cenzano tenía trampa, amén de costosas e insalvables dificultades. La Junta exige la propiedad y el convenio sólo propiciaría la disponibilidad de los terrenos. Es más, el 29 de enero el Ayuntamiento de Cuenca comunicó oficialmente y puso a disposición del SESCAM las 14,68 has., acompañando una abundante información y documentación gráfica y fotográfica. Con esa información y el compromiso del Ayuntamiento, y sin que sea necesario que lo apruebe el Pleno, la Junta podría haber iniciado el expediente de contratación para la redacción del proyecto de construcción del Hospital. Habríamos ganado más de cuatro meses.
El Sr. Ávila ignora que la Junta de Comunidades tendrá que solicitar un informe de viabilidad y contratar un trabajo que ya hemos hecho en el Ayuntamiento. Claro, ese tiempo a él no le computa y al Ayuntamiento si. Para acortar plazos, él ni escrituró ni segregó ni depuró la situación física y jurídica de una finca 80% rústica, de la que no sabemos ni la superficie exacta. Él sabe que hace 127 días, el Ayuntamiento de Cuenca puso a disposición de la Junta un suelo para uso y destino dotacional público-sanitario asistencial.
Ya en abril de 2003, ante las elecciones municipales y autonómicas que se avecinaban, Bono, Barreda, Muelas y Cenzano prometieron el Palacio de Congresos en “El Terminillo” que no se hizo; de aquello nadie se acuerda. A partir de ahora, cada día serán más los que se pregunten si era necesario que la Diputación y los ayuntamientos de la provincia paguen tan alto precio.