Las mentes racionales no admiten, a la vez, una cosa y su contraria. Sin embargo, la mente colectiva del PSOE si parece admitir dicha contradicción en el asunto de la autovía Cuenca-Teruel.
El Secretario de Estado de Planificación, Víctor Morlán, declaró hace unos días que el Ministerio quería estudiar con profundidad la alternativa consensuada entre Aragón, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana que, en principio, mantendría un trazado similar pero diferiría a la altura de Cañete (Cuenca) "evitando algunas de las zonas protegidas que más dificultades han ocasionado en el anterior trazado". Morlán afirmó que si la alternativa prosperara, habría que "empezar de nuevo" todo el proceso: someter el proyecto a información pública, realizar consultas ambientales y un nuevo estudio informativo. O sea, que según lo dicho por el Secretario de Estado de Zapatero, la autovía Cuenca- Teruel se aleja en el tiempo peligrosamente.
Al mismo tiempo, hemos podido leer en los medios de comunicación que Valiente “niega que haya que empezar de cero, ya que se mantiene gran parte del proyecto original”.
Así que, el Secretario de Estado de Zapatero nos dice una cosa y el Delegado de Barreda en Cuenca nos afirma la contraria: ¿A quién hemos de creer?
El problema estriba, como tantas veces en política, en la credibilidad. Es muy difícil creer a quien ya te ha engañado antes. En el asunto de las infraestructuras necesarias para el desarrollo económico de nuestra ciudad, los socialistas atesoran un gran número de faltas a la verdad que los conquenses recordamos con mucha nitidez.
El Partido Popular de Cuenca no cree en los políticos socialistas, pero sí en la fuerza de los conquenses. La autovía Cuenca- Teruel es un objetivo irrenunciable y debe comenzarse a la mayor brevedad posible en los tramos que no presentan problemas medioambientales. Todo lo que sea separarse de esta posición no son sino cantos de sirena con el objetivo de encubrir el incumplimiento de un compromiso.
Si los socialistas quieren mantener un ápice de credibilidad ante los ciudadanos, deberían dejarnos clara la postura de su partido: ¿Quién miente?